Una mujer ha sido detenida en Suecia por tener relaciones
sexuales con un esqueleto, y ahora se enfrenta a dos años de cárcel por
perturbar la paz de los muertos, que no están para guateques. Si bien puede
librarse de los barrotes, por ser primeriza en el oficio de la necrofilia, y no
saber casi lo que hacía, a tenor del libro