Yo no sé si será una suerte o no, pero
gracias a la lengua los hispanohablantes podemos distinguir, percibir y
conceptuar los dos modos de existencia, que son el ser y el estar, que tanto
tienden a confundirse, aunque en todas partes se acabe pasando del primero al
segundo, volviéndose el vivir un estado, que al final se convierte en ese algo
cochambroso e incierto donde el vivir ya “ni está ni se le espera”, que cada
vez más dura toda la vida, y un Sartre redivivo bien podría cambiar su El ser y
la nada por El estar y la nada, más propio de los tiempos actuales llenos de
muerte social, luz de gas y defunciones anunciadas.
jueves, 17 de abril de 2014
lunes, 14 de abril de 2014
Cinematontunas: UN MONTAJE DE MUERTE
Según los sergioleonólogos, el maestro era tan adicto a dar carpetazos a los géneros, que él, convertido en sí mismo en un género cinematográfico, sufrió la paradoja del escarmiento en propia carne, víctima del carpetazo de los productores (americanos, por supuesto), que se lo cargaron sin pestañear, como los héroes (americanos, por supuesto) de sus películas, hechas siempre con la aspiración a ser prohijadas por una americanidad tan pródiga como esquiva, quizá desgraciadamente por ser siempre también tan europeas.
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