Cataluña siempre enseña (aunque muy pocos aprendan). La derecha, haciendo cocina deconstructiva con eufemismos (constitucionalismo) y gilipolleces abstractas (centroderecha), todo ininteligible e inasimilable por casi nadie. Y la izquierda y el nacionalismo con sus progreso, identidad y liberación concretas de siempre, por mucha ensoñación que contengan, pero afincadas en idearios seculares en los que calan hasta los huesos. Tomen nota (si pueden).
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