Me voy a hacer
un poyato
y en medio las
cuatro esquinas
para que diga
la gente
mira cómo se
fatiga.
Por un poco de
justicia
yo imploré a
tu majestad,
y como era una
palabra
no me la
supiste dar.
¿Dónde se
fueron los hijos
del barro y de
los metales?
Cambiaron de
voluntad
y no los
conoce nadie.
Trapito rojo
gastabas,
camisita y
alpargate,
y ahora llevas
de chaqueta
la vergüenza
que gastaste.
Despistas al
más pintao
con ese cambio
de aires,
pero no te me
despintas,
con la pinta
que pintaste.
Cuidado con
los que vienen,
tanto como los
que van,
que en los
caminos del mundo
lo que falta
es libertad.
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