Dios, pan y dientes
Dios dijo que
de las plantas
todas se podían
criar.
Pero algunos,
que no son
agricultores
ni de la
Biblia lectores,
las crían para
fumar.
Fúmala tú,
y no olvides
un buen pico
para poderla
pagar.
El plátano y
las cerezas
están buenos a
rabiar.
La pera y los
aguacates
son una fruta
local.
Pero algunos,
que no
entienden de sabores,
prefieren el
coco en polvo,
que es una
fruta importá.
Guayaba, tú,
yo, flor de
mango;
menudo
injerto, mi cielo,
para bailar un
fandango.
Hay frutas que
llenan mucho
y otras que no
llenan ná.
Depende de cuerpo
y fruta
y de lo
condimentá.
Pero algunos,
aunque suelan
controlar,
unos pierden
la cabeza
y otros suelen
explotar.
Tómala tú
métetela.
Que es
tailandesa y bonita,
caray, qué
modernidad.
Los nietos ya
de los jipis
también les
dio por reinar,
y como están
en el limbo,
quieren
éxtasis total.
Y en vista que
la farmacia
ha sido su ama
de leche,
van de marcha
y por desgracia,
lo toman en escabeche.
Te digo yo,
yo te lo digo,
que a cada
generación
Dios como al
Adán y a la Eva
nos aplica su
castigo.
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