Jilguero herío
Eres tan
increíble
como las
nubes,
que vienen y
van solas
sin que las
guíen,
y cuando van
bajando
es que se suben.
es que se suben.
en medio de la
granza
y al enredarse
el probe
con tu
despecho,
se tronchó un
dedo.
Como el
jilguero llevo
por los
granzales
el cuerpo
roto,
pero con
tantos males,
probe de mi, jilguero,
ya no lo noto.
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