Desvencijados

Nos desvencijamos. 

Prueba primera: Arco retira una obra titulada Presos políticos... Se supone que por una cuestión de sintaxis, pues es al revés y el artista ha metido la gamba, vocifera babeante la brigada mular de
tertulianos chocotajás al servicio de su majestad (pero declarándose previa y posteriormente, sobre todo esto, acérrimos de la libertad de expresión). Pregunta al canto: ¿qué hubiera pasado de ser una autora? (Otro fallo de la secesión). 

Prueba segunda: la Gabriel emigra a Suiza y enseguida, el juez, que debe echar de menos a Bernardo el de los Lobitos (“anda y llama a mi Gabriela”), dicta orden de devolución. ¿Para qué, para ponerle mechas, hacerle la permanén, cortarle las puntas? Pero ella, como todo emigrante, se ha pasado antes por la pelu, la misma de Puigdemont, y se ha hecho un casual, pues el modelo bocao de perro debe ser lo único penao por los alpinos, y así no hay manera de extraditarla. 

Tercera: entonces va Forges y se muere. El hermano lobo cronista de medio siglo se despide un miércoles y la diña al día siguiente, como la famosa revista. Increíble. El humorista que se moría los jueves. Y nadie habla de extraditarlo de allí donde haya ido a parar, tan cerca de nuestro corazón y, ya verán, tan lejos de nuestra memoria dentro de poco. Si no fuera por su inmensa versatilidad semántica española, tan difícil de suplantar en otro idioma, dentro de nada sería otro artista francés más de ascendencia ibérica (pata negra). 

Y cuarta y no sé si aprovechando lo de Forges, lo cual sería toda una viñeta del Blasillo, la Cospe pide con urgencia a Menéndez de Vigo y cierra España que implante ya el castellano en Cataluña, por lo civil, eh, ya que ella no puede por lo militar. Porque, mire usté, allí aún creen que la lengua vehicular es la de los taxistas. Como aquí. Y eso no puede ser. Además de que al menos un 10 o 12 % de pageses no pueden entender, no a Forges, sino al mismo Hernando, ese aspirante de la casa. 

Y una cuestión final: Amaya y Alfred también se van a Europa de gira promocional. ¿Se pedirá su extradición? ¡No, por Dios! ¡Que se los queden! Y a todo esto, hoy es 23-F. Otra vez. ¡A mí, la Guardia Civil! Es que me desvencijo.