Entre tanta bazofia de agitprop como
nos echan encima mañana-tarde-noche no resulta fácil ver que la
actuación de los políticos ante el 1-O, que ya veremos si es un 1-0, 0-1 o un empate,
ha sido una clamorosa huida hacia delante tratando de enmendar (enmerdando más,
si cabe) sus propias cagadas, sin el menor asomo de concesión de estos andobas –iba
a decir de autocrítica, pero hoy no estoy para suscitar mofa– que nos han traído hasta este
atracón de telediarios que ya embaza.
Así el encerrizado PP en derrotar al rebelde alzado,
para sentarlo lo más si no sumiso sí lo más receptivo posible en el nuevo reparto que se avecina (sin
descartar otro pacto del Majestic con los indepes de derechas contra la “esquerra” “comú” que se les viene encima por allá), algo que nos haga olvidar su tibieza, villanía y galbana intencionada, por no decir perversa malafollá, también con Cataluña, y cómo han desaprovechado un lustro precioso que se les concedió de mayoría absoluta (salvo para ampliar patrimonios).
O si no, el
antes federalista, luego plurinacional y ahora constitucional PSOE, que ha pasado de equidistante a "inequívoco" en las portadas, con tal de
recuperarse del desastre, camuflar su fratricidio en vigor y seguir en nómina.
O el
melifluo C’s, tratando de ocultar su papelón de celestineo mamporrero y de
hacerse unos hombres en esto del poder, a costa de sociatas magullados allende el Ebro y a la de peperos difuminados aquende.
O ya por último –aunque aquí no acabe la ristra de impresentables–, Podemos y su pérdida de casi todo, con su latiniparla demagogia barata de mercadillo sudada, maximalismos
ambiguos varios y otras lindezas sospechosas de agenda oculta, esturreando amnesia
sobre su gran acto excremental –pero no único– que propició por ejemplo investir al que ahora tildan de
“estadoexcepcionista”, caudillo invasor y verdugo de la libertad de expresión.
Ese es el plantel del retén de bomberos de eso que llaman régimen democrático. La casa en
llamas y ellos mirando en el twitter las putas visitas. Pero como todos los
sinvergüenzas tienen suerte, han encontrado a un malo “de verdad” para cargarle
un mochuelo que es de todos. Y de eso viven. Y el personal, convencido de que
no se merece a esta basca, se despreocupa y sigue su vida. Aparentemente con muy buen sentido, si no de estado, sí de supervivencia.
Así por ejemplo, esta semana, los
chinos andan repletos de padres que, a dos velas por el verano, la Feria y el fin de mes, van a cargar a estos grandes almacenes del salir del paso, toda la parafernalia del curso escolar, ya en marcha –¡ay, los recortes!–. Algo
que, hay que decirlo, habría sido imposible sin la generosa colaboración de los bares, que han
cerrado (bueno, solo la mitad) en medio de un tiempo magnífico. Lo cual es un hallazgo.
¿Ha sido por limpieza o descanso del personal?
¿La educación ante todo? Quia. Es que si llegan a seguir abiertos los niños no llevarían a clase ni libretas (móvil sí). Lo cual demuestra pues, que el personal, también huye hacia delante. Lo mismito que sus políticos, que por supuesto no se merece, y a los cuales deja sin embargo sus asuntos. Y
ellos verán. ¿O es que por una secesión de mierda acaso van a cerrar los bares, o los
chinos?
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