Ficciones y contradicciones. Contribución a la crítica de la ecología política (para un planeta más justo, naturalmente). Post-it 4.

Extractos de fenomenología animal

Toma 1.– Mis celos xenotrasplantados son pues tan fidedignos e irrenunciables como los que más. Los celos son extraños...

Moluca, la oveja, confiesa que nunca los tuvo –también hay que decir que siempre estuvo muy bien atendida por Archibaldo, el rastrón más importante habido jamás en la granja–, pero también que ella los vería más fundados si tuvieran su base en deslices carnales, flirts dice ella, como está enrazada en Lipperdale...,
pero que tratándose de material ensayístico, siempre tan estirilizado y apócrifo, no tiene objeto su sinvivir. Como si mi desvelo fuera de látex vulgar, no te jode. Así que le dije: ‘Mira, tengo celos porque me sale de los mismísimos ovarios. Y ya está’. Y aunque desde que me enteré no han hecho más que violarme, no se me quitan.

Toma 2.– Zootecnia aplicada

‘Gallineros’, una especie de plateas en las que gustan colocarse algunos de los animales, y cuyo origen se fija en un templo babilónico dedicado a Monromarili, la diosa estéril de la fertilidad, con un prisma en su ápice que recoge la luz y la trasvasa por una abertura en forma de triángulo equilátero –copiado luego en los palomares–, para proyectar sobre un muro blanco una figuración, y cito textual: “...se tomaron doscientas treinta y siete gallinas cluecas de ocho días, del Tigris, como auditorio, a mayor gloria de Zaratustra y de su servidor el sátrapa de…”(no especifica más sobre el número, circunstancia, ni la raza).

Llega el pollo jurásico

Toma 3.– Fenomenología animal a secas

Las gallinas, por ejemplo, se ríen descaradamente de los copiados, llegándose a apropiar como de la familia al ciempollo, al tiempo que reivindican sin embozo retretes privados, a poder ser alicatados hasta el techo y con bidés tipo turco con chorrito incorporado, para desemporcarse el plumón alrededor del ósculo tras sus impertinentes evacuaciones.

Toma 4.– Más zootecnia aplicada

Éste es un plagio por compulsión (y no por compulsa, como por errata se ha dicho), por los efectos del bombardeo nocturno para despertarlas de madrugada a poner el huevo para aumentar la producción de albúmina, según norma del Comité de Mejora de la Proteína, de tan triste memoria, implantado para la regeneración de razas a escala universal bajo el ridículo lema de citius, altius, fortius, al objeto de cambiarles la dieta y facilitar así la desaparición de la manteca, el tocino de veta y los chicharrones, embaucando a todo tipo de cabañas pecuarias con el programa EFP, siglas de la tripleta Evolución, Fomento y Progreso, la guía de actuación desde el siglo XIX.

Toma 5.– Pintada encontrada en los archivos en cuestión:
        En el país de los patos el ganso es el rey.