jueves, 6 de octubre de 2011

El reenganche

Antiguamente los únicos que se reenganchaban eran los militares sin salida (y las ladillas). Era un país de chusqueros. Hoy, después de muchos créditos, las ínfulas (que ya no son baratarias) y el cambio de gustos, es un país más dulce, más mariconvencional, más de pasteleo, donde triunfa el milhojeo, el palo catalán y el cubilete (con los dados trucados), que el soletón incesante del verano extralargo amenaza llenar de moscas, agriándolo con un tornasol mefítico. 


Veraneantes de otoño esperando a votar
Y es que ahora se reengancha todo, desde los altos funcionarios jubilados, que se niegan a ser pensionistas de primera y prefieren morir como patriotas, con las botas puestas, o las babuchas, que de todo hay, hasta el verano, que está por la labor de hacer de España una playa de arena infinita, aunque sea sin agua. 
Algo que la gente agradece por doquier, y la ves por ahí, disfrutando, yendo a comprar moda de invierno en camiseta y tomándose en cañas lo que ahorra en calefacción, tan llena de contento, agradeciendo que el veranillo de los membrillos, que somos todos, se haya solapado con la cuesta de septiembre, camuflándola de luz y de color, como cantaba Marisol (cómo no), y dando gracias extras a Dios el que no tenga hijos en edad escolar o el vicio de coleccionar artículos de kiosco, que eso ayuda para comprar protector solar. 
Así es que no sé porqué se dice que el verano quema más que la concejalía de urbanismo, que lleva ya dos titulares consecutivos que, antes de llegar siquiera a ocuparla ya han salido rebotados, o expelidos de ella, hacia arriba, eso sí. O quizá sea por eso, por no haber ejercido. 
Porque sí, hará un calor somalí que alimenta (aunque entiendo que haya somalís que no estén muy de acuerdo), pero el verano al menos tiene la virtud de eliminar a los campesinos, de modo que prácticamente ya no hay, lo cual nos libra de hacer la revolución, aunque, como contraprestación, nos los ha mandado a todos a la ciudad, y todo está lleno de gente de pueblo. Por eso los políticos son lo que (y para quien) son. Y eso es una rémora. 
Pero no todo iban a ser ventajas. Podría ser peor, podría haber fútbol, que lo hay, juntando lo peor del verano, que es calor, con lo pésimo del invierno, pues de hecho el fútbol es el verano por otros medios, como aquello de la política y la guerra, y juntos es lo peor, casi tanto como el cambio de la hora y que se haga de noche en plena calorina. Eso es mortal para el espíritu. Que se te queda como si te hubieran dado blancoespaña, o con el Banco de España, o con Blanco, solo.

1 comentario:

  1. Las causas de la Obesidad son múltiples, e incluyen factores de genética. La obesidad hasta el día de hoy no ha sido del todo comprendida pero se sabe que existen muchos factores causantes de esta grave enfermedad, unos que parecen ser muy sencillos y otros bastante complicados.

    ResponderEliminar