jueves, 31 de agosto de 2017

lunes, 28 de agosto de 2017

DÁMASO, IN MEMORIAM


Dámaso, cuando toreaba, era como si lo hiciera en familia. Sus denostados por algunos aficionados puristas, muchos pases al toro –pasista, le decían–, no eran sino un querer estar ahí, como en confianza alargando la reunión con alguien al que no vas a ver más y al que respetas, por lo menos, entretenidos con lástima por irse en un ritual de despedida que él siempre trató de intensificar haciéndolo durable, espléndido en suertes y no como esos rácanos que con cuatro capotadas mandan el toro a las mulillas. Y todo eso no se puede hacer si no posees un conocimiento del toro como si fuera de la familia. Que lo era, o casi, salvando las distancias entre ganado de leche y el bravo.
Hay otros de los que se dice que es que han nacido con el toro, o que lo llevan en la sangre. Esas gilipolleces. Él, simplemente había nacido en una vaquería lechera –como yo, y por eso nos conocíamos– y junto con su afición a la otra, que le hizo dar ese salto cualitativo desde el olor a cuadra al del capote, que lleva a la locura del toreo, siempre fue lo suyo, moviéndose de manera natural entre esas dos magnitudes tan distintas del animal como son la alimenticia y la de la búsqueda del arte por su muerte, que le daba ese añadido que él aportó al toreo en forma de un estilo apegado, serio y  respetuoso con ambas bestias, el toro y el público. Una laboriosidad no muy común que le hizo ser figura de su época y, así, de la forma más cotidiana, por extracción, oficio y forma de ganarse la vida, pasar a la historia del toreo, que es como pasar a nada luego a luego, y más cuando lo prohíban. Pero como suelen decir, ahí queda eso.
Dámaso, en la plaza de Albacete, en los 70.



viernes, 25 de agosto de 2017

La exclusiva


Lo peor de las matanzas es que luego hay que lavar las tripas, hacer las morcillas, orear la carnicería, picarla, embusar, todo el fritorio, y para terminar fregar todo bien hasta la próxima. 
Ahora estamos en el oreo y lo que se dice empezando a picar carne, tras la fase previa e ineludible de los obligatorios chistes macabros que ni aposta: “todos unidos venceremos”, “no podrán con nuestra democracia solidaria y progresista”, o el rebuscado para la ocasión “no tenim por” –ojo al pronunciar: porc es cerdo–. 
Que yo, dicho sea de paso, me descojonaría aquí mismo, si tuviera ganas y no se tratase de los típicos dichos necios de componenda y circunstancia con los que nos salen a la que pintan bastos los profesionales de liarla parda, con ese mismo falso optimismo utilizado para otros casos fúnebres, como cuando se descuelgan con minucias tales como: “le tocaba”, “ya ha dejado de sufrir”, o el “ahora hay que seguir”, aquí tan repetido como inane –si te parece, nos pegamos un tiro, no te jode; como si no tuviéramos bastante con ellos mismos a los micros–. 
Será por eso que en esta siguiente fase, la de embutir, que ya comienza, el humor, más de adobo, si no más gracioso sí se muestra ya más divertido. Así esos vecinos y conocidos del asesino al afirmar que era una buena persona, un chico majo, no un nini ni nana de eso, sino un buen estudiante, con su empleo y todo, y su sueldo, y hasta hablaba perfectamente el catalán –aunque esto, si era buena gente, ya se supone y holgaba decirlo–. Y lo de tirarle bolardos a la alcaldesa desde un púlpito tampoco está mal para calentar el show
Todas estas flores...
Pero la palma del entretenimiento es para la CUP, los reyes, con perdón, del chiste proletario, al prohibir, eso tan reaccionario, al “borbó” encabezar la mani de mañana. Y eso que como medida higiénica no está mal. Pero lo de que es por ser culpable indirecto en lo de La Rambla y co-genocida en Yemen, por ser amigo de los Saudís y otros mojamas, no lo supera ni El Papus, aquel periódico autocalificado de neurasténico muerto por atentado, precisamente, en los ochenta. 
Y eso que los couperos, antes de hacer tamañas afirmaciones, supongo que habrán hecho los deberes del buen revolucionario, y ya puestos, no echarán, por ejemplo, gasolina al coche que proceda de ningún país criminal o irrespetuoso con el planeta, como tampoco se les ocurrirá vestirse con ropa hecha por niños explotados del mundo (uníos), ni echarán a la bonoloto de Montoro –al que odiamos también aquí–, ni espero que los cubatas los hagan con cocacola, aunque la sede ibérica, vamos a dejarlo ahí, de ese maléfico y oscuro brebaje esté afincada en su nación, el país petit que dijo Pla
¿...no estarían mejor aquí?
Aunque, después de verlos tragar con que sea la policía la que vaya delante en la pre-Diada de mañana ya tengo mis dudas de su ecuanimidad y puesta a punto revolucionaria. ¿No habíamos quedado en que los cuerpos represivos eran lo peor? ¿O solo los de otros? ¿O es que ya ven a mossos y guindillas como el Ejército de Liberación Nacional dispuesto a ocupar prêt-à-porter el lugar de los ya casi desbancados (por autoeliminación) cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y por tanto preparados, listos, ya, para darles el monopolio de la violencia (¿contra quién?) que cualquier estado debe detentar si quiere serlo, entre otras cosas para garantizar la paz, aunque sea la de los muertos y aunque suene a cachondeo.
Y es que, aunque parezca de Perogrullo, la pluralidad de fuerzas represivas, más que la paz, lo que garantiza es el enfrentamiento. Y ahora es cuando desde esa barrera ven con cierto optimismo y no sé si claridad que pueden quitarle la exclusiva al estado (visto como ajeno) que la ostenta, dudosamente ya. 
Esa es la gran cuestión política alumbrada (en realidad poli-mili) y tanto tiempo ocultada a todos y por todos, desde izquierdosos hasta fachas, y por fin puesta sobre la mesa de sopetón, como recién descubierta como un eureka a raíz del gran crimen, y ya veremos si las distintas fuerzas del procès no tienen muy distintas formas de acometerla, pues ahora sí que se habla ya de palabras mayores. 
La pregunta por tanto en el nuevo esquema posible ya de oficializar la presión y coerción en un sentido claramente fracturista, y ahora bajo el amparo (o amenaza) de una fuerza (¿de paz?) institucionalizada, que puede ser propia o contraria, según vengan dadas, lo cual implica la renuncia obligada a la violencia por el resto de la sociedad civil separatista (la física, las otras seguirán), es: ¿Qué papel jugará entonces la gente de a pie, o aunque sea motorizada, en ese nuevo reparto de papeles y situación? O dicho más en cristiano viejo: ¿Y las masas, qué? Pues me temo que, de momento, como siempre, a lo suyo: osease, de mataero en mataero.

domingo, 20 de agosto de 2017

Letras pa'l cante: cartagenera

Como en Levante


Los vientos de marear
en ti son como en Levante,
mar arbolada de quejas
que en tus carnes al amarte

a la deriva me dejan.

viernes, 18 de agosto de 2017

Eufemísmamente


Este año las serpientes de verano (o liebres de prensa tras las que corre el público) han decepcionado otra vez cual simples viborillas. Kim, el guarín venido a más con problemas de sobrepeso, el nini disminuido que toma a su pueblo por una colección de airgam boys, de líder fraternal ha quedado en primo al postponer el show de Guam y celebrar agosto como Dios (y la Virgen) mandaban, y con las mismas nos ha dejado in albis.

martes, 15 de agosto de 2017

Desiertos


Se me antoja que el estandarte de la era del jijí-jajá en las relaciones que nos deprime son esas coletillas con que se torea a los demás, incluido “amigos”, en un remedo (propio de los toreros pegapases en que nos hemos convertido) de la santa trinidad tauromáquica consistente en parar, templar y finalmente mandar (a hacer puñetas) al otro con alguna de estas frases morcillonas:

sábado, 12 de agosto de 2017

Rabotadas

Hace tiempo que sabemos que los únicos toros como dios manda son los de las carreteras, los de Osborne, que para colmo llevan apellido inglés. Y que de los otros, los de verdad, lo que más hemos obtenido son mitos.

sábado, 5 de agosto de 2017

Tríos


Ya es definitivo: aquí los tríos como que no. El último en verlo claro ha sido Neymar, que quizá miopizado por las viseras de las gorras que anuncia, ha incurrido en la misma falsa impresión de tantos autóctonos de pensar que aquí los tiempos de la terrible dualidad, el marchito bipartidismo, las viejas dos Españas, la verde y la marrón, la seca y la húmeda, la anticlerical y la meapilas, la de playa o montaña, la del nesquik o colacao (ambos catalanes, por cierto), todo eso ya estaba superado y los terceros ya no eran en discordia, y era por fin posible un cielo con tres estrellas, como el misterio, uno y trino (o Trina, que es sin gas): CR7, Messi y él. Y no. 

viernes, 4 de agosto de 2017

Letras pa'l cante: soleás

Ya no tengo                 

Ya no tengo quien me quiera
ni quien me mande presentes,
ni curo del mal de amores
ni tengo quien me los pene.

Era la que se cayó
del árbol de la carcoma
la ramita que quebró.

Sufriendo paso los días
queriendo que tu castigo
sea padecer las penas
que dictas a tu enemigo. 

Yo de contino soñaba
dormir contigo algún día
y ahora despierto en la noche

contigo de pesadilla.

jueves, 3 de agosto de 2017

Extraños


España harta, ya lo creo. La cosa es cómo te tomes lo de ser español. Yo, más bien lo veo como algo que toca. La puta cigüeña, la educación sentimental, Antonio Molina, el ajiaceite, el reniego, el cierzo, los bollos de mosto, el despotrique, el me duele España, todo eso que echas de menos en cuanto te falta, que es como se aprende la identidad.