viernes, 31 de diciembre de 2021

Ni santos ni inocentes

Lo de aprobarse la reforma laboral en el consejo de ministros del 28 de diciembre no tiene precio… como inocentada. ¡Herodes, que sois unos Herodes!

 

jueves, 30 de diciembre de 2021

El futuro

 Al principio iba a titular esto, “Bienvenidos a la distopía”. Pero esa sociedad es demasiado cienciaficcionera para lo que puede avecinarse.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Letras pa'l cante:

 Fármaco


Que tu ser se me prodigue 


y que, enfrascada de ti,

mi piel acabe vendida en las boticas

como un ungüento labial

que con caricias y besos

cure este cáncer de amor, aaay,

pasando de las palabras 

a los hechos.


El chiste

 El cónclave de presidentes/tas/tos ha confirmado que, no solo habrá navidades sino que el carnaval se adelanta y empieza hoy, con el uso obligatorio de la máscara, o bozo que dicen otros, y la presunta buena nueva de que la Nochebuena “no corre peligro”, que no sé cómo tomarlo, si como chiste de Gila, de los Marx o con tónica. 

Descartado que la vayan a quitar del calendario, pues tanto Bildu como ERC son bastante meapilas tradicionalistas y de las (co)JONS, si es que las familias se podrán reunir aunque sea en régimen de libertad vigilada –que no a régimen–, lo que sigue corriendo peligro real es la familia –el municipio y el sindicato, menos–. 

Y es que según parece vuelve a la carga, tras refrenar, por un bien colateral del Covid, su afán de revoltaza, rebajar su promiscuidad enfermiza, y diluir un algo su caldo de cultivo de psicopatías –y alguna que otra indigestión–, acercándose así lo justo a otras sociedades civilizadas cuyo canon fiestero estriba en la balanza entre el respeto afectuoso y la lubina a la sal. Una cosa que esté bien. Algo que afloje la cadena no solo de favores del patriarcado más disipado e impostado, sino la alimentaria del matriarcado tan victimista como triunfal, que le acompaña sartén en ristre. 

Claro que, entonces, ¿qué sería de algunos animalicos protagonistas de esta fecha: el cuñado, el bebé, el álbum de fotos? Del bebé, nada, porque no se enteran. El cuñado iría fuera de la cadena trófica ya como especie en extinción, pues este es su día, igual que el 21 es san invierno, el 22 de la salud o el 28 de los tontarras. 

Y en cuanto a las fotos, serían liberadoras, al no ser repasadas –salvo que tu cuñado se empeñe en enseñarte su último millón de ellas– por varios pares de ojos, primero nostálgicos, luego decididamente melancólicos, suspiros delatores y comentarios dañinos: “¿os acordáis cuando hoy dejaban bebidas y sidra a los municipales en las cuatro calles, como regalo de navidad?”. “Como que era el único día que se ponían a dirigir el tráfico”. “Hoy les dejaría yo otra cosa”. 

Así que, la Nochebuena no corre peligro. Y el carnaval, menos. Nosotros, ya es otra cosa.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Para la historia

.16-12-2021 El Senado admite a Bárbara Rey como animal de compañía (del Rey emérito, claro).

Mamá Noel

Yo no sabía que Papá Noel estuviera casado. Nadie sabe cómo es la señora Noel (a la que los ingleses, con muy mala crisma, llaman Mary Christmas). Los epidemiólogos de la cultura popular no le han dedicado suficiente atención. 

Un micromachismo nada disculpable si tenemos en cuenta que ella, como buena ama de casa (eso sí que ha trascendido) es la encargada de clasificar, empaquetar, etiquetar y tal, la logística, que se dice; algo así como la amazon particular del menda. Y, como no tienen hijos, les da por regalar, como un tío con muchos sobrinos, tiempo libre y posibles. 

O eso, o es un afán pederasta el que lleva al tío bueno del saco a invadir casas por la chimenea, con premeditación, nocturnidad y alevosía, para pillarlos durmiendo. A ver si eso, amén de ciertos regalos que deja, no tiene delito. 

Salto de cama Papá Noel
Y sin embargo, ahí sigue. Ningún ministerio de igualdad ha pedido que sea sustituido por la doña. Debe de ser de los pocos iconos del patriarcalismo imperialista respetado por los progres y otros amantes de los renos, que, empeñados en cargarse reyes, al no poder, de momento, al menos los cambian por reinas en las cabalgatas de los Magos. Y Baltasares negros de verdad, que eso tiene mucho mérito. 

Algo que en el norte no pasa. Tú vas a poner a una Santa Klausa en El Corte Sueco pasado mañana. Para eso lo reinventaron ellos, al llevarse los piratas holandeses (y perdón por la redundancia) a San Nicolás a Nueva York y reinterpretarlo los románticos (Washington Irving), los dibujantes germanos de las tiras periodísticas y, sobre todo, la Lomen Company en los 20 para promocionar sus monopolio de renos, y la Cocacola en los 30, que acabó de depurarlo y crear la imagen misma con colores y todo, que perdura hasta hoy. O sea, demasiado en la mesa para cambiar de mantel. Pero si no se le pide, no ya el certificado de vacunación, ni siquiera el test de antígenos para meterse en nuestros hogares. 

Absténgase pues, de reformas y otras gaitas chicas con brainstorming, de cabeza caliente y pies fríos (qué menos) y otros think tank (o tanquetas) del ginepensamiento moderno, con ese y otros ictus de ideas que se les ocurran. Si los niños ya pueden disfrazarse en la escuela de pastorcillos o de pastorcillas si les pone, ¿qué más quieren? ¿acaso ser Mamá Noel? Venga ya. Hasta ahí podíamos llegar.

Montando el belén

 Este año en los belenes estarán, como siempre, el caganer y el niño, de Ca(ga)net, por supuesto.

lunes, 13 de diciembre de 2021

La Creación

 Definitivamente, el Psoe padece el síndrome de Mary Shelley. Y es que si no tiene precio construyendo monstruos (como su gobierno Frankenstein, mismamente), aún lo tiene menos cuando estos cobran vida propia y le pasan la factura, como Vox o Yolanda Díaz. Unos artistas.

jueves, 9 de diciembre de 2021

Monstruos

 La relación perversa entre la luz de gas y la envidia social, esas dos normas generalizadas ya de actuación en la plena universalización de las tecnologías del yo, tanto en lo físico como en lo psíquico, más que personas ideales en una sociedad a la vez de masas y exclusivista, lo que produce son monstruos. 

Unas tecnologías del yo, mi, me, conmigo, que, por su carácter sesgado y clasista, como es obligado para resaltarse uno como individuo en sociedad, resultan alienantes. 

A nivel general, la democratización de los cuerpos como fórmula de casación del yo con el resto como marco general, o escenario, es un mero espejismo, pues la misma generalización de lo amorfo, lo heterodoxo y lo digresivo entre los aspirantes a cumplir los ideales impuestos por los cánones estético-morales, es imposible de cumplir. 

La causa es esa falta de glamour, el instrumento cultural sofisticado de esas tecnologías de definición del nuevo orden fisiopsíquico, al que solo pueden acceder unas minorías muy selectas. Lo cual conlleva de hecho la exclusión de ese plano de inserción requerido, y el complejo y rechazo de la propia disfunción social, como consecuencia, que hacen que el ostracismo derivado de ello acabe viéndose como un mal de todos aceptado como un castigo (en parte autoimpuesto) de consolación. 

Sin embargo, la necesidad de reafirmación de la política de la corrección como fundamento social de toda esa actuación, obliga a desdramatizar lo monstruoso, anormal o ilegítimo que cada uno tiene que asumir, y con lo que ha de convivir, lo cual se logra mediante una teatralización activa para manifestarlo, visible y permanente, a través precisamente de un glamour de segunda, impostado o degradado, low cost, o de franquicia, tan ambiguo como deleznable y equívoco. 

Y es a partir de ahí, de ese friquismo devaluado, como un producto más de consumo popular, inherente (y necesario) a cada uno, en un medio y unas formas que son un cruce (¿antinatura?) entre lo pseudo glam de opereta y la corrección, es como el friquismo se universaliza, se disemina y se naturaliza, siendo asumido como lo más “normal”, pasando así, de ser un mecanismo identificador de lo social, de sus estratos, de sus connotaciones o divergencias, a redefinirse como un mecanismo más bien indefinido, mimetizado, falsificado y diluido en esa confusión en que se convierte (¿pervertido?) el marco de monstruismo social construido a partir de todo ese trasiego.

Un proceso en el que las élites, que como parte operativa principal lo son al poder establecer parámetros para todo, en este caso también para lo monstruoso, lo imponen y van modulando a conveniencia como el permanentemente renovado logos social a seguir, lo último de lo último, siempre al que adherirse como falaz promesa que, una vez aceptada como la premisa moral para ser tú mismo e integrado en una instancia superior que es lo más, conforma el terreno de una renovada dominación. 

Y así es como la nueva esclavitud atomizada y personalizada del presente está servida. De nuestras propias contradicciones, pues, las penitencias venideras. O todo nos pasa por friquis.


A las armas

Entre el guateque bielorruso y el juramento ucraniano de dar la última gota de sangre por la estepa, se vuelve a oír, con las risas de fondo de Putin, lo del famoso ejército europeo, ese que ha de defender el paraíso material y de derechos de los 27 magníficos contra el infierno que son los otros, sean pajizos, morenos o tiznados. 

Algo muy lógico pues la historia ha demostrado que cuesta menos conquistar que conservar lo apercollado. Aunque completamente surrealista, cuando no absurdo, ya que todos los principios, normas y prácticas de la UE chocan con el caqui, la instrucción y todo por la patria (o por su veintisieteava parte alícuota, como sería el caso). 

Y no es porque prime lo progre y pacifista (que también), pues aquí fue Aznar el que dio carpetazo a la mili. O porque en un solar tan vasto no haya materia prima para armar un tinglado de ese tipo. Aquí, como en cualquier parte, hay psicópatas para parar un tren… militar (si Adelita se fuera con otro, claro). 

La pega es que el personal adecuado solo se decanta en plena guerra, como en la IIGM, que lo peor de la especie demostró ser lo más idóneo, como los investigadores conductistas sospechaban. Así que, con lo que hay, lo más posible de momento es que se formase un ejército paritario, con generales y generalas, tenientes y tenientas, sargentos y sargentas (que alguna hay), o dos ejércitos mismamente, uno femenino y otro masculino, incluso uno LGTBI, que no lo veo yo, pero, bueno, para saraos, subir la moral de la tropa y tal…; y otros de género,  un ejércite, con sus labores y eso. 

O bien podría ser por división internacional de funciones, que los furrieles fueran holandeses, la intendencia alemana, los franceses tropa de revista, los cantineros españoles y los gastadores griegos. España podría aportar un arma decisiva: los videos de Gila, o alguno de Sánchez, que tiene inermes a las cancillerías enemigas. Aunque por lo pronto es Alemania la que abre fuego, con perdón, nombrando ministra de la guerra a una verde, y no es coña. 

Y ya veremos si no obligan a que el rancho militar sea vegano en adelante. Y permitan llevarse las mascotas a las trincheras. Creo que Putin está ya en los Urales acojonado buscando refugio.

Inmersión lingüística

 Y sin oxígeno. Un poquito de por favor.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Covid negro

Hace nada el gobierno echaba las sobras de vacunas próximas a caducar, ¡pitas, pitas! a no sé qué pobres del mundo (uníos), como se tira un suéter no estiloso a una ONG que vive de eso, sabiendo que manos mafiosas (de otros gobiernos) lo venderán a buen precio a una aborigen que lo lucirá durante años, con jirones y todo recolectando el cacao o pastoreando vacas anoréxicas por la pasarela de la sabana. Todo muy sexy. 

Pero de repente llega la variante sudafricana, y faltan vacunas, ¡”compro, compro!”, gritan en el bolsín político-farmacéutico, que hay que inocular hasta a los niños de teta, “¡a mí póngame tres!”, “a mí media (docena), ah, y una de calamares a la andaluza!”. A vacunar a todo quisque. Obligatoriedad. Certificado o encierro. “¡A los indios, que vienen los caballos!”. O a las vacunas, que vienen los negros. 

Y es que el virus boer, que antes eran los blanquitos de Sudáfrica, se las trae… pues es negro. ¡Al fin! Dos años se ha demorado el virus, que no creas que no es ranrranear, en generar un espécimen que asuste de verdad a occidente. Porque si hay algo temible es ese black power malevo, la venganza africana, un bicho como el betún que se te mete, bueno, que te viola, y te deja preñado de muerte. 

Porque el negro sí puede. Y no hay que dejarle penetrar. Que se quede allí, a diez mil millas. Y los buenistas vuelven al ya te lo decía yo que había que inmunizar también a los negros, que nos podrían traer algo, que eso es la base para que el bicho no salte de cepa en cepa –cosa que aquí en La Mancha tiene muy fácil– y no mute. 

Y vosotros, ¿qué preferéis, la Pfizer o la Moderna?
Porque una mutación negra es lo peor, como se ha demostrado, quieto ahí parao, todo el mundo al suelo, que nadie se mueva (de allí, que aquí tenemos que seguir saliendo a tomar algo, y viajar, si no, en qué se va a notar la riqueza). 

Así que, a vacunar a todo negro viviente, por su bien, y a Tarzán, y a Jane, como si lo fueran, y a la Chita (callando). Aunque (casi) nadie se muera allí de eso, y sí de sida, malaria, ébola, tifus, miseria y un sin fin de lacras para las que el norte no ha inventado nada porque no se transmiten de abajo arriba, sino más bien al revés. 

Bipolares

 Al fin. Unos viven de la mendicidad y otros de la mendacidad. 

jueves, 25 de noviembre de 2021

Bielarrusia

Jamás un nombre estuvo tan bien puesto. Y aún más si se llamara Bieloputin. 

Deseducando

 Lo de pasar de curso sin aprobar no deja de ser una medida quirúrgica contra la fiebre de estudio y orlas que se había apoderado de nuestros chicos, que ya pueden decir con Sánchez que han salido mejores del covid. Y todo un mundo se les abre. 

martes, 23 de noviembre de 2021

jueves, 18 de noviembre de 2021

Virrey de picas

 Page debe andar en muy buenas relaciones con Génova, o no habrían dado el place como candidato a Paco Núñez el Almanseño, picaor con la estampa ya de un Pimpi, Barberillo o El Turuta, aunque para debutar en Fuensalida aún le quede mucho. 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Vintage

 El acto valenciano de esas nuevas Spice Girls políticas, las Bangles ibéricas cortadoras del bacalao con cuchillo jamonero, la Diana Ross gallega –más gallegos– y sus Supremes periféricas, (casi) todas blanqueadas a la sombra del poder,

jueves, 11 de noviembre de 2021

Que alguien trabaje, por favor.

 Aún no comprendo porqué los marroquís desembados en Palma, en vez de salir corriendo, no gritaron “¡Soy albañil, soy albañil! A estas horas, en lugar de en la cárcel ya estaban en una obra y asegurados. Pero, claro, lo mismo eran universitarios. O sea, como si fueran de aquí. Vamos, que queda claro porqué huían.


El (falso) lío o esto es Hollywood

Lo del PP no se ha sabido nunca muy bien si es un thriller o una comedia de enredo. Es lo que pasa con la alta sociedad, que tan pronto te la explica Hitchcock como Lubitch. Así que estoy en duda si el match Ayuso versus Génova es un duelo de géneros o un popurrí. De si se trata de un dramón a lo Sarita, de risa y llanto a la vez, o si es una nueva versión de La loba, con IDA emulando a Bette Davis pero sin miriñaques. I dont know.

martes, 9 de noviembre de 2021

lunes, 8 de noviembre de 2021

Caprichos

Érase un torero tan pinturero y tan moderno, que cada vez que le daban la oreja, tenía que ser la de Van Gogh.

jueves, 4 de noviembre de 2021

El bimbó

 Se sentía. Olía como a feromona (que ya es oler). Alguno hasta lo llegó a diagnosticar: en el ejecutivo había lo que se llama tensión sexual no resuelta; eso tan impreciso como elocuente, ese algo pasa con Mary que da en malpensar, lo sé, que había tema, en una coalición tan paritaria como esta. 

Y para averiguarlo, solo había que seguir el viejo y verde modelo machista del cherchez la femme, y por ende al que las busca, que ha resultado ser el que fue segundo de a bordo, Ábalos ‘el entrevistado’ (aeroportuario y ya metido a guardia de aduanas, con la colega venezolana del maletín), y luego ‘el entrevisto’, por lo visto y, sobre todo, por lo no visto, su supuesta afición a los saraos de mancebía, aunque de nivel, en Paradores (a los que querría sacar de la crisis en plena Covid), y con videos acusatorios, que cuando se supo en Moncloa, y cada vez que se cruzaban con él Sánchez o Carmen Calvo, le decían por lo bajinis lo que Gila en el chiste del asesino, “alguien ha matado a alguien, y no me gusta señalar…”, solo que con temática más carnal, ya que, digámoslo en parábola, en vez de sangre lo hallado eran condones, o, para ser algo más patriarcalista, ciertas canas en el aire. 

¡Senyor, doname força!
(¿al canut?)

Y no en Punta Cana, sino en sede gubernamental. De modo que algo empezaba a oler más allá de Puerta de Hierro –y desde el mismo Ferraz (recuérdese que el jacarandoso era segundo, en este caso de a borde, en un partido tan probo y pequeño burgués como el suyo–. Todo lo cual le costó el cargo, dicen. Por vivir la vida. 

Y lo peor, y moralmente lo más grave en un socialdemócrata –aunque dicen que los socialdemócratas son la otra parte contratante de la coalición, tema de género en el que no voy a entrar–, sin condenar la prostitución ni aplaudir su abolición, como es de reclamo en coalición tan tensionada, sexual y obreramente, aunque no se haya resuelto (o consumado ) en uno u otro sentido. 

Ya se verá (o no). Pero lo que está claro es que si en vez del Living la vida loca de Rickie Martin, el modelo de Ábalos hubieran sido los clásicos socialistas El chiringuito, Carnaval, La barbacoa o El bimbó, de Georgie Dann, de otros lodos (y polvos) estaríamos hablando. 

martes, 2 de noviembre de 2021

Letras pa'l cante: tientos

 Cal y cante


La herencia del corazón

no paga derechos reales

y escribitas lleva en sangre

las cosas más notariales.


Un corazón repartido

tengo yo por los cantares.

Un ramal va por Jerez,

y otro tira por Levante.

Como una condena,

va de palo en palo

como un jilguero en pena,

colgada de una dulce taquicardia,

acorralada está mi voz en jaula nueva.

Hambre, cárcel y sudor,

fatiga, sal y destierro,

seis jinetes del dolor

que menguaron con el tiempo.

El corazón se paraba

buscando vigores nuevos

y poco a poco encontró

las venas de su resuello.

Y aún está por ver

qué camino toma

porque la vida, vidalita, son pesares

que van cambiando de forma.

Siempre tiene una flor nueva

quien dentro de sí sembró,

y en él está la esperanza

de aquel que ya la cortó.


Veroño floral

 







Escena

Caminantes


















 

Huellas









jueves, 28 de octubre de 2021

La catalítica

 Los capullos estomagantes esos que, de hito en hito y vez en cuando, se reúnen en el parque jurásico de la ONU, para ver cómo va lo suyo (que no sé si es lo nuestro, o sea lo del cambio climático, la moto de Kioto y tiro porque me sale del…), acaban de hacerlo de nuevo, lo de darse un garbeo por N.Y. y comerse de paso algún colín a expensas del presupuesto, y con video de dinosaurio incluido han emitido su homilía anual libre de humos sobre la emergencia climática, que no se la cree ni la reina madre, la auténtica y con bolso de mano (por Manitú). Pero para emergencia climática la que vamos a tener este invierno por tierras de Don Sancho, que nos va a aplicar lo que se dice el sanchismo catalítico. 

Hasta aquí muchos creíamos que el sanchismo era un negocio electoral que utiliza un imaginario nostálgico de la izquierda como mercancía y trata a los electores como vegetales. La peor versión pancista –y que perdone Sancho Panza por asemejarlo a semejante mamarracho– del estadista que como libro de cabecera baraja –y que ahora me perdonen todos los Marx– solo el manido chiste marxista de los principios, aprovechándose de esa enfermedad tragiespañola veletera de celebrar alternativamente al perdedor o al ganador según convenga, que hace que sea cierto lo de merecer siempre lo que tenemos. 


Lo cual no sé si rezará para el frío. Porque, de tanto echarlo de menos con el efecto invernadero, este año, haga o no haga, lo vamos a pasar de lo lindo, escasez de calefacción mediante. 
Y es que vuelven los dichosos, fragorosos y del todo inflacionados 70, la década calenturienta y con tiritera, inaugurada con Filomena, ¡uy, qué frío! 
Hasta aquí creíamos que eran los felices 20. Pero lo del gas los adelanta 50 años, y nos atrasa otros tantos a nosotros, porque, atención, vuelve la catalítica, aquella estufa económica de butano y salita, tan portátil y peligrosa como un revólver, en la que algunos lograban hacer café y hasta asar castañas. Y con ella los 70 (y yo con estos no pelos), cuando aún no éramos electores, pero sí vegetales y arrecidos. Y es que, por decirlo con un éxito de entonces, la vida sigue igual, a veces de mal. Argelia, ampáranos, que este nos infla.

Galgos o podencos

 Como sigan así, la reforma laboral se la van a aplicar, pero a ellos mismos. 

Pensando, pensando

 Mientras la izquierda se piensa Madrid, la derecha se lo pasa por la piedra.

jueves, 21 de octubre de 2021

ANIVERSARIO

 Una de las aportaciones clave de la prensa tabloide fue que por fin se podían leer las noticias con una sola mano, lo cual la hizo mucho más sexy. Había que practicar, pero sí se puede. 

El siguiente paso lo dieron los ordenadores, al facilitar aún más las cosas, pues prácticamente puedes degustar con el manos libres cualquier información y retozar de placer, como un guarín mismamente, en la sección de política por ejemplo, de una forma que sacaría de su órbita los ojos de un salesiano, lo que se dice enojonado, y sin miedo a su palmeta. 

Lo único es que, como tienes que manejar un ratón con la mano buena, la libre siempre es la tonta, y eso quita posibilidades de celebrar como se merecen las andanzas orales de los anales políticos, siempre de muy bajo instinto y peor prosodia. Máxime cuando ninguno de sus interfectos, aunque lo suyo sea de risa, se digna seguir el consejo de George B. Shaw, “si deseas contar a la gente la verdad, hazles reír o te matarán”. Que lo que es matarlos, como no lo hagamos de la risa que les damos… 

¿SERÁ COSA DEL VEROÑO?
El resultado pues, es que, como en toda historia de amor a plazos, has de renovar los votos (no votar, que es otra cosa) y buscar, no solo nuevos estímulos para el reenamoramiento del presente, y no me refiero (solo) a diversificar más allá del ‘misionero’ como pose vital –ya se sabe lo que dice el poema popular japonés: así es la vida, siete veces abajo, ocho veces arriba–, sino a superar los seguros bajonazos, la traidora desmotivación y el desamor garantizado del poco shakespiriano teatrus mundi de los ínclitos, que te deja morcillona hasta el ánima. 

Hubo un tiempo, cuando entonces, en que la prensa era viagra, y hasta los políticos eran más graciosos, quizá por si se les cumplía lo de Shaw. Pero hoy es un buen día. Se celebran diez años de la derrota de Eta. Se acabó. Ya no hay infamia, ignominia, odio, dolor, miedo ni cobardía, los frutos de lo sembrado que aún gobiernan. Y es normal que un lector como yo, que está para el sexiatra, al ver tanto alborozo, se le vaya la mano inconsciente hacia lo innoble y, sin querer, esgrima, uy, que palabra, una vieja sonrisa vertical.

lunes, 18 de octubre de 2021

Confusión

 Pero qué es lo que va a abolir Sánchez, ¿la prostitución o la Constitución?

Última hora

 El gobierno baraja una solución definitiva (o casi) para Puigdemont, metiéndolo en la próxima temporada de Masterchef celebrity.

La cobertura.

 No teníamos bastante con la pandemia del virus, que ahora tenemos la palmedia del volcán. ¿Qué hará la tele cuando nos cague la moscarda?

jueves, 14 de octubre de 2021

Agua va

 Afirman los expertos que por más diluvios que nos caigan encima, aquí lo único que está asegurado es la falta de agua, por al arraigado vicio de usarla como el culo. Amén. Aunque habría que ver también a los expertos ducharse o lavar al perro. Pero, bueno, procedamos. 

Algún peloto lúcido ha tomado conciencia, y una empresa bonvivant de la subvención de la cosa, emite ya un anuncio, para reeducarnos, en el que una lerda por rutinaria mamá descarga el chorro del grifo sobre los platos tal que si fuera la nuera de Noé, y va la hija, muy al loro y al día, y le endiña una reprimenda que pa qué, afeándole la derrama, y la deja a la altura del betún, la lista, en vez de ayudar a su pobre madre, que se queda como al que le devuelven mal de un billete de 50. 

Ya se sabe, las nenas son ahora la autoridad. De ser un niño, algo improbable, y menos mal, quita, quita, ya lo habrían acusado de represor, de acoso edípico y maltrato hidráulico, como si lo viera. Y eso pasa por poner de paradigma de lo tonto, atrasado y negativo a las amas de casa, uno de los iconos de lo viejo más vituperados por los modernos/as, en especial por el neofeminismo, quizá por las prisas en querer distanciarse de sus orígenes, y de los favores recibidos en ellos, y tan denigrantes para el radicalismo sin raíces. 

Así es que, la publicidad, esa fábrica de ideología disfrazada de autoayuda, las utiliza como el peor tópico, incluyendo entre sus labores las propias del malgasto de agua. No a los regantes, ni las eléctricas. Aquí quien tira el agua, jode el planeta y practica el negacionismo climático son las amas de casa, con sus lavadoras y sus duchas anti menopausia. 

Y alguien ha decidido que ahora, en vez de estar todo el día lavándose la cabeza, se les lave el cerebro –sus hijas ya lo tienen blanco–. Y el resto, que tome nota. ¿También los ayuntamientos? Mira por donde, son los que más la dilapidan, en céspedes absurdos, en riegos obsoletos e incontrolados, perdiéndola en averías, tirándola a la calle, o directo a la alcantarilla. Como poner al zorro a guardar gallinas. O como si los asesorase El Pollo Carvajal. También en esto.

Vendimia

miércoles, 13 de octubre de 2021

Política energética

 Lo de Carmona demuestra que la única oposición coherente a Sánchez es la de Iberdrola.

jueves, 7 de octubre de 2021

Extraños

 

Cuando yo era joven, el Partido Comunista ya era viejo, pues si ahora cumple un siglo, por entonces casi era cincuentón. Pero aún peor: era un extraño.

jueves, 30 de septiembre de 2021

La colada

 

Cuando la lava llegó al mar, el IPC, ese otro dinosaurio de nuestra época, todavía estaba allí. Y subiendo.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

Recuerdos

 Ahora mismo somos otra Pompeya. Un mini volcán ha bastado para sepultarnos aún más en la distracción desolada de los problemas reales –el volcán es uno más–, bajo esa lluvia de ceniza tóxica del sensacionalismo disfrazado de valiente directo del plató trasladado al punto G de la tragedia. 

lunes, 20 de septiembre de 2021

Paquidermos/as en la cacharrería

 Reyes Maroto solo es una víctima más de la anglificación de todo, y cuando entró en la political party nadie le diría que lo de party era más por partido que por fiesta. O igual sí. Míatú.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Estrellas

 En sus repalandorias contra la socaliña de la luz, o sea contra el gobierno, el gobierno ha hablado, y con razón –aunque llevar razón hoy día no es mucho más que llevar reloj–, del exceso de iluminación de las ciudades, de su malgasto (¿de las ciudades?),

jueves, 9 de septiembre de 2021

Casi

 La extrema derecha no llegará al poder: ya está. Lo de la luz, por ejemplo, es puro fascismo. O casi.

Adiós, Einstein

 Proezas de la política. La velocidad de la luz ya no se mide en kilómetros por segundo sino en kilovatios por euro. 

martes, 7 de septiembre de 2021

A cuerdos

 Apenas si sabemos algo de la locura, y sin embargo los locos lo saben todo sobre nosotros.

lunes, 6 de septiembre de 2021

Letras pa'l cante: tangos de la rive gauche

 Anoche soñaba yo

que era el agüita de azúcar 

de una raja de melón.


Vine a verte el domingo 

y te habías ido.

Al culto, me dijeron, 

y eran las cinco.

 

A las ánimas en pena

les van poniendo velones;

regalaíto mi cuerpo se consume

como la cera con las calores.



Me tiraste un mandamiento 

declarándome en ruina 

quitándome de tu cuerpo.


Escribe en las paredes

de tu vasija

la curva de mi pétalo

versos de tiza.


Qué cuenta se me da a mí

de vivir a la intemperie,

que si tú ya no me quieres,

qué más da ni que más tiene.


Pregúntame si quiero 

que tú me quieras.

Respóndete tú misma

y así lo aciertas.


Vengo del híper, vengo del híper,

con doce cajas cargás de bíter.


jueves, 2 de septiembre de 2021

Aguas

 Decía Benjamin E. Mays, el cerebro de los derechos civiles en USA, que todo el mundo ha nacido para hacer algo único y especial, y si ellas o ellos no lo hacen, nunca será hecho. 

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Enseñanza

La Ley Castells primará la contratación de mujeres en la universidad. 

Pregunta: ¿Acaso las mujeres enseñan más?

 

sábado, 28 de agosto de 2021

Intercambio

 Definitivamente, las cosas een España están muy mal orientadas. El gobierno tiene que fichar a Mbappé, y Florentino a Marlaska.

jueves, 26 de agosto de 2021

Entertainment

 Los talibanes son para el verano…; el recibo de la luz es para siempre, como la medalla de la madre.

Talibania

 A mí lo de Afganistán no me llama la atención. Entiendo que su gore gótico altere a noveles y desmemoriados. El exotismo del mal es siempre un gran plus, como sabían Poe o Conrad.

jueves, 19 de agosto de 2021

Psicotrópicos

Alcohol, nicotina, cafeína, analgésicos, tele. El pan de cada día, vuelta vademécum la panera. Aunque la chicha, anfetas, opiáceos, maría, coca y pastillujes varios, no son nada minoritarios.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Afganistán

 Lo peor de los talibanes no es que sean salvajes; es que no lo son. Pensar eso es puro racismo occidental. Y así nos va.

lunes, 16 de agosto de 2021

Tontosomosmamía

 Tanto coñazo con el imperialismo americano, y ahora que ha empezado a declinar aún lo vamos a añorar. ¡Snif! 

Coda: Como Sánchez se ponga al frente de la operación Rescate en Kabul, como piden algunos, no vuelven, ya te lo digo.

jueves, 12 de agosto de 2021

La culpa

 Cataluña es un país (petit) con suerte. Quienes juran no haberles calado la españolidad, esa tara prodigiosa, ese otro tema, más sus agregados sobrevenidos por interés, compuesto o simple, fatalistas como un nieto triturador de herencias, creen que no, pero mire si tienen potra. 

La parroquia

 El informe ese de la ONU diciendo que la culpa del cambio climático no es más que nuestra, y las consiguientes homilías en todos los medios acusicas, señalándonos sin parar, “por tu culpa”, “tú has sido”, “por tu causa”, hasta crearnos un complejazo (o pasemos olímpicamente de todo) de mil cojones, me recuerda mucho a aquello que contaba mi suegra del pobre aquel que iba un poco achispado y al pasar por una iglesia no se le ocurrió otra cosa más que pasar, y allí estaba el cura, subido al púlpito, despotricando de lo lindo, señalando a todos –aunque el pobre nada más entrar creía que era a él por ser el último en llegar–, oyéndole estupefacto: “¡por vosotros, por vosotros lo apresaron!”, “¡por vuestra culpa lo azotaron y lo coronaron de espinas!”, “!por vuestros pecados le colgaron la cruz y lo torturaron como a un criminal!”, y el feligrés recién llegado es que iba cambiando de color, avergonzado, hecho polvico, mientras el otro gritaba ya, meneando el índice por toda la bancada como un revolver, “¡por ti, por ti, por ti, sí, por ti lo subieron y lo clavaron a la cruz!”, hasta que ya, sin poder más, el novato parroquiano, al oír que iban a por él, pero, vamos, convencido, al oír la última acusación: ”¡por ti lo asesinaron. Sí, tú, tú, y todos!”, el pobre saltó sin poder más: “¡¡Sí. ¿Y por ti, cacho cabrón, que l’hacieron?!!”. Y pilló y se fue, dejando al otro y a toda la parroquia anonadados.