lunes, 28 de febrero de 2022

Letras pa'l cante: media granaína

 Cuestión de orden

¿Qué te vi la vez primera,


hace ya quince o veinte años

que a diario me pregunto

si fue en un lunes de Gloria 

o en un viernes de difuntos,

que a veces aún siento el daño?


jueves, 24 de febrero de 2022

Guerras

 Una guerra nunca zanja otra guerra. Así, una vez iniciada la de Ucrania, la del PP sigue.

martes, 22 de febrero de 2022

Aterriza como puedas

 Lo del PP es de tal vértigo que ya no se sabe si es fractura o cisma (en la crisma), reyerta de metaverso o duelo en OK Corrala, catarsis o falla anticipada.Y total, para poner al final a otro gallego, ya verás. Y es que eso de poder estar en Nuevas Generaciones hasta la menopausia tiene que dejar secuelas, digo yo.

jueves, 17 de febrero de 2022

Chuleteando

 Cuando la sequía obligue a los ganaderos a deshacerse de sus animales por no tener ni agua para beber, a ver qué dicen los victoriosos ecologistas radicales de la carne que sin duda se importará de otros países, en los cuales, ya se sabe, no hay macrogranjas y todo lo que se produce es guay que te cagas.

A fortiori.

La mayor prueba de que hemos salido mejores del virus es que ahora, además de plásticos, papeles y mierdas de perro en las vías verdes, también hay mascarillas. ¡Adelante, camaradas! 

El lobo

En España hace falta un cataclismo de dimensiones cósmicas para que el personal, y sus merecidos políticos, se percaten de que aquí falta agua hoy (y no te digo mañana) y, aún peor, se tira a cántaros, a canales, a ríos. 

martes, 15 de febrero de 2022

Será por Mañuecos

¡Que no! Que Mañueco no quiere ser el Mañueco de Vox, sino de Casado, que a este paso acabará siendo el Mañueco de Sánchez, que a su vez lo es de sus socios, que a su vez...

jueves, 10 de febrero de 2022

La potra o cargando la suerte

 Si Sánchez tuviera un casino (que a saber o casi seguro que lo tiene), le dejaría todos mis ahorros, si no pensase, como pienso, que iba a arramblar con la recaudación y adiós mis pavos. 

Porque este tío nació con una flor en el culo y estrella gatuna, como ha demostrado al caer de pie dos veces ya defenestrado por sus propia famiglia. Y no solo eso. 

Fiándolo todo a su estrella de superviviente nato con más fortuna que un quebrado sin braguero, ahí sigue, en su particular ruleta rusa, y cargando de balas el revólver para que no se diga que no hay huevos, que lo mismo es eso, que no hay más huevos y, de perdidos, al río, que es toda su táctica. 

Aún así, amamantado en el peligro, practica la portagayola, pone las banderillas estatuario y busca el volapié, a sabiendas de que, o eso, o a criar mansos. O resobar escaño no azul, que es peor. 

Y así, dedicando la faena al tendido de sol, aunque todos sepamos que la sombra le tira la suyo, sigue en su huida hacia delante confiado en que a cada repecho habrá un buen samaritano engañado por el espejismo (o esperando beneficiarse de su suerte) dispuesto a darle cuartelillo, y a cada desfallecimiento una venta de mal abrigo  o incluso mala fama, que le cobije para rehacer sus artimañas y otras artes de subsistencia por treinta monedas sacadas del crowdfounding a fondo perdido de donde sea. 

Y a seguir con la potra, entre la necesidad hecha virtud, acabada en su caso en el vicio de la temeridad de creerse invencible (aunque lleve camino), siempre a su puta bola. Porque ese es su talón, para el que no hay ninguna flecha todavía. 

Pablito, el aspirante (¿a flecha?) es solo un mimado que no se ha ganado nada él solo –como prácticamente toda su promoción política–, trastornado por los celos de su hermana mayor y con peores compañías que Oliver Twist. 

Y el menda, a deleitarse tan relamido él; gustándose, que se dice, y que es su diferencia principal con el último gran suertudo histórico (hasta que se le acabó) que fue Suárez: el hedonismo, la vanidad del saboreo del favor del destino, que aquel no desafiaba, con buen tino y por si acaso, y porque tenía un proyecto político que compaginar con el suyo propio. 

Y este es que se explaya, sin miedo a gonorreas de la promiscuidad ni al estupro de abusar de la suerte, que siempre es una menor, pidiendo aún encima a la banda Yo quiero ser matador, pues su proyecto es él y solamente él y nadie más que él.

Y lo demás se la refanfinfla, y si no hay pan, pues nos dará pasteles, aunque sean de callejón. Y mucho show, que es lo que debe continuar. Con él, claro. Por eso el día que caiga, no se perderá nada. Pero mientras aguante solo tendremos espectáculo y moscas. 

Alumbramientos.

 Al fin se entiende porqué a la revolución podemita le cuesta tanto arrancar y alumbrar una nueva era. La causa sin duda es de la violencia obstétrica machista inherente al parto… de los montes.

lunes, 7 de febrero de 2022

Y el papá (y la mama) también.

 La ola de denuncias por abusos sexuales y de otro tipo por parte de miembros de la iglesia en el pasado no deja de crecer, lo cual está muy bien para esclarecer las cosas. Pero yo me pregunto: ¿Dónde estaban los padres? Porque, que yo sepa, los niños no iban a la escuela por decisión propia.

jueves, 3 de febrero de 2022

Guerras

 Vivimos un periodo de entreguerras. Que vamos de guerra en guerra, vaya.

Revolltazas.

 Desde luego, hay que ver cómo se complica la vida este gobierno. Con lo fácil que hubiera sido meter en el mismo decreto de la subida de pensiones y del mantenimiento de la mascarilla que las Tanxugueiras fueran a Eurovisión.