Al vivir en un mundo parajódico (en desorientación
constante y molesta), y pajaródico o dominado por pájaros de cuenta, cuando por
un instante la perplejidad en que nos acuna se disipa y aparece una fugaz
lucidez, entre la clarividencia y la ensoñación, eso produce un extraño placer
místico, que enseguida es engullido por la siguiente parajoda, y dale. Pensar,
por tanto, es calentarse la cabeza.
Así los que al ver la labranza de Rajoy
dando membriadas, y estimando que lleva la besana más torcida que un cohombro,
y verse a sí mismos como víctimas de una pinza imprevista, entre la izquierda
reaccionaria que pensaban en disolución y la derecha progre, que no creían posible,
ya andan llamándole maricojonetigiliputaliano, y deseando una tercera vía, esa
tercera persona de la santísima realidad inexistente a la que agarrarse cuando
no queda otra. Parajodas típicas de la desesperación. Por algo el genoma del
hombre y el bonobo son tan parecidos. Y más si el hombre, sobre todo el de
aquí, está enfermo de esa peste congénita occidental del progreso como única
evolución válida, que acaba siendo un aliado fiel de ese nuevo fascio cósmico
que son los mercados.
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Las apariencias engañan |
Lo predijo Benjamín: la fortuna
del fascismo proviene desde hace bastante tiempo del hecho de que sus
adversarios lo combaten en nombre del progreso como ley histórica. O dicho de
otra manera: mientras haya que progresar por fuerza, alguien lo aprovechará
para jodernos. Es el parajodismo histórico. Lo que jamás entenderán
socialdemócratas viejos o de nuevo cuño. Ni los tercerviistas, los de la fe a
espuertas, siempre empeñados en que ahí fuera debe haber un mundo mejor, pero
sin salir de la urna. Como si la tercera vía no fuera un invento, el plan B del
bipartidismo, o si la parajoda fuera un subgénero exclusivo español. Miren a
Francia, o Alemania, luces y guías de nuestros nuevos sueños.
El Constitucional
alemán dando el visto bueno a los rescates a pagar también por los alemanes,
tal y como quiere su gobierno. ¿Quién dijo que por ahí sí había división de
poderes? Y el Hollande haciendo de ZP y preparándose para ser Rajoy en una
Francia sin una sola autonomía. Lo que no impide ser avalado por los que desde
la campaña contra el Estatut han logrado imponer la tesis del cáncer autonómico
como el principal (y de la cual ahora se arrepienten no poco), y por los otros
porque los recortes los hace alguien de izquierdas, como ellos. Díganme si esto
no es parajódico, si no es para joderse.
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