Parece que sea sorprendente que el día más ocioso, festivalero y jaranero del año sea el de la Asunción de María. Sin embargo, resulta de lo más congruente, pues la interfecta fue abducida, se dejó llevar, gratis, como en un tour operator ganado en una rifa, alegre y distendida, como sabiendo que en honor de tal guisa y disposición millones y millones, creyentes en su hijo o en la pella de brócoli como antioxidante, tratarían de disfrutar año tras año en esta fecha de parecida abducción, perfusión, dilución, confusión, y hasta diversión, aunque sea pagando, incluso a plazos, embebidos (y otras cosas) en el cachondeo, pues, si esto es una fiesta es que es 15 de agosto.
La Virgen jamás podía imaginar, y Cristo, que era todavía más de tardeo, menos, que lo suyo fuese a tener tanta emulación. Hasta el punto de que en el calendario debería rezar (por seguir con el tema), la Virgen del Fiestón, o Santa Fiesta.
Y es que nos lo hemos currado durante siglos, añadiendo festividades -aunque hasta el XVIII había ciento y pico, no te lo pierdas-, como los cumpleaños a la onomástica, el Halloween, y luego a luego hasta el Día de Acción de Gracias, y con más méritos que los protestantes, que como la semántica no les da para tener una palabra apropiada para algo que no es normal en ellos, han tenido que apropiarse la nuestra, que define urbi et orbi lo que es el desmelene.
Y hablando de fiestas, y para que no decaiga, hasta Trump y Putin, esos foodies del planeta tragones de países, se reúnen hoy a repartirse el mantecao, como si acabaran de trillar, a revolcarse en la era con quien se tercie, mientras todos sesteamos en la fiesta bien ganada. Es su estilo: aprovecharse de las virtudes ajenas, del dislate como acicate. Tejas, por ejemplo, surgió de una siesta, la de Santa Ana, al que Houston pilló durmiendo la típica mejicana, obligándole a firmar la independencia (¿para seguir durmiendo?).
Y es que, se nos acusará de improductivos, pero la siesta, esa
mini fiesta diaria, esa desconexión conectiva, es de lo más productiva, y por
eso se dice que “de grandes siestas están las guarderías llenas”. La f/siesta
es nuestra productividad. Y allá ellos con la suya. Eso sí, no sé de nadie que
lea algo por estas fechas. Y de eso, de ser también el día más ágrafo del año, nos
aprovechamos algunos. Como nadie nos lee…
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