jueves, 21 de agosto de 2025

Coraje


Dicen de Sánchez que es un resiliente nato, el paradigma a machamartillo del junco que dobla pero no se parte, así caiga tralla con puntas, y se hace un traje con ella para el resabio futuro. La materialización del dicho de Nietzsche, ‘lo que no te mata te hace más fuerte’ -hasta que te mata otra cosa, claro-, y no sé si de su noción del superhombre, dudosa según cómo le crecen los enanos, pero sin llegar a equipo de baloncesto, aunque a la cesta lleguen. 

Pero toda esa milonga no son sino baboserías y relatos típicos del mamoneo de lamevelas y chupalcuzas, mitos y leyendas, charlatanería para generar opinión a favor del poder, y apalancarlo. Y que, a la vista de cómo el pájaro se engarabita él solo al gotelé, le sobran los gaiteros; pues, como Nosferatu pero con traje de Moschino, se sube por las paredes sin perder la raya. 

Y ahí tienes a medio país imitándole; o sea subiéndose también por las paredes, como si hubiese impartido un taller nacional de spidermanismo, pero con él de presa, aunque, en realidad los presos seamos los demás. 

Porque si hay alguien resiliente de verdad, con esa capacidad titánica de aguante, no solo del precio del boquerón, el veranico de los nenes -que tanto odio genera, sin ser delito, hacia los profesores-, el petardeo de compromisos deprimentes, el calor enervante, la caterva de la abuela, las moscas, la cerveza caliente, y otras menudencias, para sufrir luego en las terrazas, en la tele, en el móvil, ya sea haciendo de vientre o en la mesa, y hasta a medio casquete, las entretelas de un politiputeo nacional que es una extremaunción empeñada en llevarnos por la vía rápida del asco y el aburrimiento al otro barrio, ese es cualquier superviviente hasta aquí de este muladar. 

Nosotros sí que somos resilientes, y no ellos. Por soportarlos. El pobre siempre está en tierra ajena, que dijo el clásico, y siempre se está más preparado para lo peor que para lo mejor. Pero sobre todo es que seguimos al dedillo la clave de Chesterton para aguantar acorralados hasta el final, pues el coraje consiste en combinar un intenso deseo de vivir con un extraño desdén por la muerte. Y en eso sí que somos maestros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario