Veo
un periódico. Toda su portada está llena de cardenales. El golpe ha debido de
ser tremendo. Un palo. Parece que incluso ha habido un incendio, pues abajo el
titular dice que ha salido una fumata negra. La cosa pinta mal.
Cuando aparecen los fumatas, malo. Luego viene lo del camello por el ojo de una aguja, la policía, las colillas, un rollo. Por eso a alguien se le ha ocurrido colocar debajo de tanta incertidumbre un anuncio que pone: “Sexo es vida. ¿Eyaculación precoz? ¿Problemas de erección?”.
Cuando aparecen los fumatas, malo. Luego viene lo del camello por el ojo de una aguja, la policía, las colillas, un rollo. Por eso a alguien se le ha ocurrido colocar debajo de tanta incertidumbre un anuncio que pone: “Sexo es vida. ¿Eyaculación precoz? ¿Problemas de erección?”.
¿Se trata de una llamada a sustituir el
clásico Dios es vida por algo más prosaico y carnal, o solamente una invitación
al relajo y al bureo, y echar una canita al aire cuando las cosas no salen como
quisieras?, algo así como aquel “visite nuestro bar” de los antiguos cines; sin
llegar a darse al beborreo, claro. ¿O quizás a tomártelo más piano y no echar
las mulas por el sembrado a la primera de cambio, soltando toda la calderilla?
Que lo siguiente será ofrecer unos preservativos de esos para llegar juntos a
la fumata blanca, y el orgasmo sea como Dios manda. ¿O qué nos creemos, que
Dios no manda orgasmos? Para lo cual los problemas de erección son un problema,
valga la protuberancia. Y no pequeño, aunque así lo parezca. De ahí el
recordatorio del anuncio. Y no por la edad de los congresistas de la convención
–que en vez de en Las Vegas, como todas, se celebra en Roma–. Todo lo
contrario: para precaverse de la excitación que debe suponer un cónclave (sin
clave), pues hombre precavido vale por dos, él y su circunstancia.
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Ya tenemos (otro) Papa |
Y demasiada
excitación nunca interesa. Pues pasa lo que pasa. Que no todos van a esos
sitios, a encapillarse, como deberían: descansados, almorzados, despreocupados,
etc. Siempre hay alguien que no lleva el compás y el humo es como de leña
verde, aúnque la tela sea púrpura. Porque cantaores, palmeros y guitarristas no
van acordes. Aunque enseguida se tiemplan. Y por eso el consejito no es baladí,
ya que cumple su función social tratando de ayudar con sus recomendaciones a la
religión mayoritaria, esperando que algún participante tome nota. Lo demás, si
alguno de sus lectores potenciales, que es un decir, está en esa edad
necesitada de revisiones, y les hace caso –y no debemos pensar que lo han
puesto por eso– eso, como dice el Evangelio, es lo que se les dará por añadidura.
¿O eso era la prótesis? En fín, que sea lo que Dios quiera.
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