Han hecho falta 76
años (y un puto virus) para que las playas de Normandía vuelvan a estar tan
llenas como en junio de 1944.
martes, 30 de junio de 2020
lunes, 29 de junio de 2020
Junio
Pradial
para los revolucionarios, cuando aún había prados y antes de que aquéllos se
pasaran a las flores, aunque fueran del mal, y de que estas se marchitasen, es
un mes que a la primera calor se espesa y se vuelve bullabesa que anuncian las
chicharras arriba de los árboles a la arriesgada población que pretende vivir
otro mes, quizá otro verano, ahí es nada, y disfrutar, si cabe, de ese muñón
primaveral, quizá un sarcasmo.
Porque junio ya no es de ida, sino un mes que
está de vuelta, y más que aterrizar, aterrazamos, con permiso de las camareras
y su lejía, al fin empoderadas entre mesas y sillas de alguna marca de cerveza, como nueva legión de policía (sanitaria o no) que añadir a los clásicos de la
represión por nuestro bien.

Pero si algo delata a junio como sospechoso habitual en este
caso pillado in fraganti es por haber aflorado tanto tonto asintomático, esos
seres tranquilos vueltos iracundos horribles; serenos ahora presos del pánico; paranoicos
antes necios confianzudos; abrazadores natos que huyen hasta de su camisa;
gente que te ha hecho su enemigo. Junio, una guerra fría para una vida fría.
Y
es que, al fin y al cabo es el mes con más horas de luz, y ya, todo está a la
vista.
sábado, 27 de junio de 2020
Buzón de sugerencias
No estaría mal, tampoco, que
alguien instalara en Las Cortes, una tienda de esas (que no fuese china, claro)
para hacerse las uñas. Éxito asegurado.
jueves, 25 de junio de 2020
Cuestión de orden
Hay que pensar seriamente ya
habilitar con urgencia en las Cortes una zona chill out.
domingo, 21 de junio de 2020
LETRAS PA'L CANTE: MIRABRÁS
LA PESCADERA
Ay, tú de mí
te quejas,
y que del
Santo Padre,
ni perdón
tengo,
que son
lentejas,
con el
entendimiento
comprende el
que se casa
que está en el
cesto.
Tú no te
alteres
ni hagas el
hato,
que hasta el
fin no se sabe
quien paga el
pato.
Juicio,
suplicio y prisión
quieres que
pague, morena,
y contigo no
me queda,
ni para el
procurador, ay,
qué bien te
veo,
que la
templanza
se haya
terciado
en
buenaesperanza.
Y así se
explica
que, con la
prisa,
el pescatero
tanto fiara.
Boquerón en
vinagre,
chicharro en
salsa,
sardinas de
estraperlo,
y para quien
la quiera,
boga sin
raspa.
Volador y
pulpito
que paecen calamares
de
arregladitos.
Palometa y
lenguao,
gallo a la
brasa.
Pescadillita
blanca
y camarón del
estuario,
mújol, caballa
y sepias
van por mi
barrio;
congrio de
altura
y atún de la
almadraba,
merito al
ajonjolí,
marrajo y
gamba.
Ay, quien
pudiera,
fiel
pescatero,
buscarse la
ruina
de su dinero.
Ay, pescatero,
yo ya quisiera
tener una o
dos novias
para la feria.
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