Gripados

 Afirmaba Hitchcock que los actores son ganado, y sin embargo Garzón ha hecho del ganado actores, sobre todo en CyL,

donde, por vía electoral, han pasado de secundarios a protas, y el convidado de piedra perfecto de la coalición, de actor no invitado a apedreado. Lo cual vendrá muy bien para justificar la carnicería podemita que se avecina allá, que ya lo era antes del master chacinero del ínclito; y también la del Psoe, que está al caer. 

De manera que nunca sabremos cuántas vacas o cerdos metidos a actores accederán por fin al Goya, ni tampoco si este cabestro vocacional que con tanta ilusión gusta de darse cabezazos en el pesebre, es un tonto útil o un listo inútil. Y peor aún, aunque menos importante, no sabremos nunca si llevaba razón al considerar que, más que una España vaciada lo que hay es una viciada y llena de animalicos listos para el matadero pero muy infelices. Lo cual es muy de lamentar, que diría Sánchez. 

El macrogranjismo como concepto ha llevado a políticos como este a pensar en la máxima rebelión en la granja como estar de lo más contentos al dirigirte a la picana. Es lo mismo que se esperaba de los cristianos en tiempos de los leones. Al fin y al cabo es lo que un político, que es lo más próximo epistemológicamente a un ganadero de extensivo, espera de las clases subalternas. Y con más razón si es de izquierdas. 

Algo en lo que su colega La Yoli, aunque vaya de todo lo contrario, abunda al declarar estar en eso tan poético, empático y hasta erótico que es el “proceso de escucha” de la granja (España, se supone), para elevar sus niveles de felicidad hasta la diabetes, y en aras de lo cual dice estar haciendo cosas “chulísimas”, no refiriéndose a una guarrerida española, por ejemplo, sino a cumbres como la re-re-reforma laboral, ¡Ayjó, ayjó, cantando al trabajar!, que más que un contento tartaja nos proporciona ya uno que se repite más que el ajo. 

Y Sánchez, gripalizando. Sin embargo, a un motor bloqueado por el roce de sus piezas se le dice gripado. Gripalizar es más bien cuando la atención primaria deja de ser sanidad para pasar a ser ganadería. Y el covid como excusa.