jueves, 14 de julio de 2022

Más rollo, por favor

 

Tengo la sensación de que este gobierno echa más impuestos que polvos. Y es que lo que más echo de menos en ellos (y ellas) es el sexo.

Y el caso es que la cosa prometía, con esa paridad más una tan suya, aunque lo que predominen sean las paridas. De todo tipo. Como si quisieran aprovechar los privilegios (guarderia, ayudas) de su estancia en el escaño, escañándose hasta la preñez, ya que estamos, y que no nos hacen mucho caso, y con otro mandato, dejamos a los nenes en primaria y apuntados a las actividades infantiles de la casta. Sí, ya lo creo que se puede. 

Que no creo sea eso. Ni tampoco el afán a quitapellejo inconfesable que se les confiere por aumentar la población, tan achicada, y dar ejemplo en la plebe, pues si no a ver quién va a mantener a tanto nuevo rico el día de mañana. Y aún así sería de agradecer como muestra sexy de un gabinete por lo demás tan apagado, estirado y anti sexista hasta lo frígido, tan anti morbo y pro unisex, tan anti Hola, que ni bromas, ni rumores, nada para el Lecturas (y al Diez Minutos ni agua). Ni un rollito, ni un affaire, ese vocablo putón cosmopolita. Poca broma.

Fran, leyendo la cartilla la Yoli, durante su visita guiada.
 

Es que no los pillas ni en bañador. Y van a First Dates, y los echan –bueno, y de otros sitios-, de puro siesos, que es idioma actual del tonteo, con todo tan prohibido. Ea, si lo más sicalíptico que tienen es a Garzón contestando un “nosotras…” a algo relativo, no a la carne, que eso lo tiene bien sublimado con su rechazo a la ternera, sino a cualquier otro consumible que nos consume y por los que él no acaba de consumar como ministro. 

Y aún así esa parte contratante de la primera parte resulta ser la más sugerente del encame, aunque todos parezcan casados por ( y con ) la iglesia, y al lado de un Macron, un Boris y no digamos un Putin que podría muy bien acentuarse en agudo, son un colectivo, que dirían ellos, de lo menos lúbrico y de lo más adusto. 

Y es que no sé si lo harán aposta, pero con tal de no animarnos nada la vida, no es que dimitan, que eso ya sería de orgasmo; es que ni un divorcio, ni un desmelene, ni un desenfreno veraniego, ni una canícula al aire. Que no se esfarrían, vaya. Como si no les pagásemos también para eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario