Made in Al Andalus

 

El Gobierno, que está tirando de banquillo pese a los fichajes de invierno, que es en lo que consiste el famoso núcleo duro, ha dejado en manos, o en boca, más bien, de la nueva Alegría –las Aidos o Pajines ya son viejas- a darnos una ídem

y hacerse una mujer aseverando que la sentencia de los Ere (en andaluz eres) supone que van a pagar justos por pecadores, y no de la pradera sino de la campiña del Guardaquiví, que diría cantando Juana la del Revuelo. 

Y es que, si todo ajusticiamiento conlleva una injusticia, enjaular a Griñán –que tampoco lo van a llevar al Puerto, eh- y dejar lili a Chaves con sus manólogos trabucados (tras andar a trabuco con el erario) es no solo un agravio comparativo, hacer distingos entre ladrones, sino otra muestra más del denuesto y desprecio españoles para con quien inventa algo que, siendo execrable, a la postre acaba siendo de uso común. 

El resultado sarcástico es que, mientras sus miles de imitadores que hoy aplican políticas si no iguales, plagiadas de ese par de pioneros de los new generation, pasan hoy por salvadores de la patria, el par de dos visionarios del programa 2030, y con más olfato de gol y anticipación que Hugo Sánchez para las nuevas estrategias de clientelismo sectario, sana malversación, empleo inicuo de fondos, prevaricación, malgasto a tutiplé, cohecho y nepotismo, que hoy pueden encontrarse en cualquier ayuntamiento, empresa pública o ministerio, van a la picota. 

Y todo por haber sido pioneros del postcovismo, esa penúltima fase del estado del bienestar (cuando se está bien) y mientras la máquina del billetal funcione, que es lo que estas aves precursoras del estipendio frenético idearon y la nueva ola ha ado/aptado después como lo malo conocido, pero irremediable. Y como nadie puede darlo por bueno, por ilegal, a sus autores, que no lo pudieron patentar, van y los encaloman. 

Alguien dirá que es el destino de todos los precoces y mediofondistas, que se chupan las calandracas del descubrimiento, y luego les ganan al sprint.  Aunque, estos, de mediofondistas, nada. Más bien es que de fondos de reptiles tan sin fondo alguna rana sale también. Lagarto, lagarto.