jueves, 9 de noviembre de 2023

Un consejo

 

Días atrás y páginas adelante del periódico que acoge esta columna se alababa, casualmente, a la Junta (Castellano-Manchega, la de Page), concretamente a su Consejo de Poética Fiscal. Tal cual. Yo lo pensé errata (genial por otra parte), pero como no fue corregida a posteriori ni nadie ha llegado a desmentir tal consejo, pasada una semana ahora soy yo quien felicita a nuestros mandatarios -dejémoslo ahí; gobernar es otra cosa- por disponer de un órgano, con miembros y todo, supongo, que así, a bote pronto, invita a la esperanza.

Pues, aunque no sepa en qué consiste tal cosa, por el nombre tal vez pudiera ser algo así como mandarte multas o citaciones en endecasílabos, o hacerte una paralela con un soneto con estrambote (que por lógica siempre saldrá más a pagar), o quizás se dediquen a convocar premios de poesía que desgraven. A la mejor rima, una rebaja del 2% en el IRPF; al peor haiku, un gravamen en el IVA cultural, y facilidades a autónomos y amas de casa para presentar solicitudes en romance asonante, por su escaso tiempo libre, y primas especiales por hacer gestiones en trova en vivo y en directo (previa cita, naturalmente), e incluso en rapeo, para acomodarse a los tiempos. Y así. 

Yo mismo me presentaría con unas coplillas para tangos, aunque ya sé que el flamenco no es muy del interés de hacienda, moviéndole más asuntos como la bachata o el perreo, que siempre se hacen más en negro. Hombre, también me gustaría que corrieran más las listas de espera en las que estoy, y no solo de sanidad, porque es que duras más en ellas que Los del Río con Macarena. Pero ahí volvemos a lo de gobernar, y no es el caso. 

Y que no vamos a emborronar con lo prosaico una iniciativa tan insigne como es unir, aunque sea por una vez y solo en epígrafe poesía e impuestos, lo excelso y lo bajuno, todo un logro. ¡Todo un Consejo para buscar la justicia, o mejor la equidad, a través del fisco y las quintetas! No hay administración, ni siquiera entidad pública que destaque por armonizaciones de tal nivel. Ni siquiera Puigdemont ha pensado en una reivindicación así para los suyos. Una cosa tan vital no ya para la propia autonomía, sino para la misma independencia. 

Algo inexplicable, y más con el gran poeta que tienen enfrente, capaz de todo por conseguir un pareado. Todo un desperdicio.

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