jueves, 21 de noviembre de 2013

El sofrito


Un estudio universitario y clínico catalano-madrileño (era de temer, se veía venir) ha llegado a la conclusión de que el sofrito puede ser clave para una vida larga y saludable. Pero eso sí, el de bote.

El casero no se ha comprobado, porque ninguno de los investigadores sabría cocinar, o no tendría ganas después de tan ímproba tarea, o no podía, porque conciliar una vida laboral a base de cebolla, ajo, tomate y aceite, aunque sean de frasco, con otra familiar posterior de sarteneo con los mismos ingredientes es una odiosea y resulta muy repetitiva, y no gana uno para almax, con lo poco que dan aquí para I+D.
Por lo visto, el mejunje tiene tal cantidad de antioxidantes y antitodo que te comes un plato de macarrones, así, a lo bruto, sin más anestesia que el mismo sofrito, y sin postre y sin nada, con agua del grifo, que es el menú típico de la España post-boom, y oye, puedes aguantar tan campante hasta los 90 o más en las listas del paro, o votando, o viendo El gran debate, sin perderte ni un Madriz-Barsa, aunque sea de pago. Y todo como si nada. Garantizado. Y aún ahorrarás para comprarles a los nietos unas zapas de marca. Y mantener a Bankia con tu cartilla.
Ana Botella es felicitada en la cola de un comedor social
por la delicatessen de sofrito que acaban de endiñarse.
La pena es que ahora no haya dinero suficiente para tantos comedores escolares ni sociales como se precisaría para recluir, quiero decir albergar, a las masas, sobre todo infantiles, valga la redundancia, que son los más permeables, para reeducar a tanto pobre (temporal, nos aseguran) en este nuevo bálsamo alimenticio y de salud de Fierabrás, con el que pasaríamos la crisis sin sentir, al precio de apenas unos regüeldos. Aunque en los hospitales ya estarán haciendo acopio de sofrito por bidones y en dos días su territorio será declarado libre de enfermos, y de sanitarios, que es mejor aún.
El sofrito, al parecer, pues, es la solución. La panacea, sobre todo si es de mojar, con barra, gallega o chapata. Y yo no sé si habrán probado a restregárselo por la calva, pero lo mismo sirve hasta de crecepelo y yo aquí, echándoselo a los chipirones, tontamente. Pero como tiene que ser de marca, seguro que se pone por las nubes. Que ya se encargarán de sacarle algo al casero y difamarlo para que no se haga. Solo faltaba que fueran los conservantes, glutamatos y demás miasmas los que le añaden al sofrito ese plus de salud ahora descubierto. P’habernos matao. Que lo hará. Eso, seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario