jueves, 7 de noviembre de 2013

Perrea


Según dicen, los españoles somos los menos preparados en matemáticas y lenguaje no sólo de Europa sino también de toda España. Lo que no quiere decir que no estemos a la última en ambas cosas.
En lo primero, gracias a parvulistas tan intrépidos como Guindos, Montoro o el profesor Gay de Liébana, y la ayuda inestimable de Iberdrola, la banca y otras socaliñas, que nos enseñan a restar y a dividir y nos han prometido que cuando salgamos de ésta pasaremos a sumar y a la tabla de multiplicar. Dios sea loado. Sólo de pensarlo, estoy que no quepo, o que no cojo, que diría un mejicano, como un niño (de los de antes) con libros nuevos.
Porque antes los libros de los escolares eran más bien viejos, y con potas de huevo, pringue y otras cosas de las que ahora por suerte se libran los libros de texto de nuestros infantes: iphones, tablets y otras formas de enredilamiento, cuando estudian en ellos asignaturas tan edificantes (de los bajos en especial) como ver hacer la perrea a Miley Cyrus, que con eso de abandonar el segmento de mercado adolescente ha pasado, de ser plato para donceles a fuente de babeo de doncellistas, los cuales, más pendientes de las membriadas de parte de su cuerpo, al compás del de ella, no reparan en lo mucho que la nueva generación puede enseñar, está enseñando ya, en lo que a la cosa oral, sea o no con lengua, se refiere.
Así, ese neologismo de perrea, que no es hacer el perro, propiamente, o la perra, sino un llamamiento impostado y virtual a la berrea con p de perro, sea callejera o bajo techo, y alardes de perraca para emperrar a la afición y sus hormonas. Un significado que no viene ni en el María Moliner, pero que gracias a esta maría Miley que impone su ley, cualquier analfo conoce ya, anticipándose así a los académicos de la lengua, que no lo aceptarán hasta que media feminidad menee el culo agachada remedando esa postura nada kamasútrica que en inglés es in greek way y aquí es a estilo perro. Lo cual es muy enriquecedor, y demuestra que la lengua también sirve para aprender idiomas. Otra cosa son las cuentas, que no salen y seguimos fatal, pues la mayoría no sabe más que la de facebook o you tube. Pero que no se piensen en Europa ni los del Pisa ese que aquí nos chupamos el dedo. Porque cada uno se chupa hasta donde alcanza. Y si sabes yoga, como los perros, más. Y aquí venimos del perro, ¿no? ¿O era del mono, el del anís?


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