jueves, 28 de abril de 2022

Madre Mayo

 Con el tiempo, o sea, con la edad, uno se entera de cosas inauditas.

Así, acabo de saber por el INSS que al jubilarte te dan una compensación por haber tenido hijos –algo que no sé si sabrán Julio Iglesias o El Cordobés–, lo cual es de lo más hilarante y para saltársete las lágrimas. 

Yo por poco me parto, y la funcionaria me miraba así como, sí, tú ríete, pero es verdad. Por increíble que parezca. Porque un detallazo así no lo tiene ni tu suegra llevándola a Benidorm con el aire puesto, y es para cantarle los mayos a la Virgen mañana mismo. 

Y pasado, ir a la manifa con algo rojo en el cuello, aunque sea un collarín cervical, si no fuera la cuestión de marras otra cagada sindical más, en su alianza histórico–cósmico–celestial con el feminismo oficial triunfante, para cambiar el complemento de maternidad de toda la vida por una cosa llamada “complemento para la reducción de la brecha de género”, dirigido a “reparar el perjuicio que han sufrido a lo largo de su carrera profesional las mujeres” en su “aportación demográfica” (vamos, por parir)  “y asumir un papel principal en la tarea de los cuidados de los hijos”. 

¿Es o no para llorar más que cuando se encuentran Marco y su mamá? Y ahora viene lo cómico, o tragicómico de estos tiempos borderlines. Y es que, aunque ella haya trabajado, en eso y otras cosas, si no tiene pensión, es el hombre el que cobra tal suplemento. Se supone que para que ella se beneficie (¿por habérsela beneficiado multidisciplinarmente?). Pero quien lo cobra es él. 

Eso sí, es por la brecha, por abrir (o cerrar), por estar en ella, ahí, embrechando. Todo por la brecha. ¡A las brechas!, gritaremos el domingo, y no ¡A las barricadas! Y es que en pleno proceso universal de hibridación, pensamiento Piercing y Trans Todo, las brechas son intercambiables, como la ideología, el satisfyer y la pareja. Y no digamos el sindicalismo o el feminismo. 

Lo único que, todavía, no puedes devolver (o vomitar, que sería lo propio, dado el atasco de algunos/as) es una madre. Aunque estamos en ello. Luego a luego solo hará falta un tique para “descambiarla”. Total, si la brecha ya la cobra papá.

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