viernes, 24 de junio de 2022

Sombras

 

Yendo a dar un atraco al cajero me acordé de aquel librico de Sánchez de la Rosa, Viajes alrededor del Altozano. Es lo que tienen los clásicos locales, que te salen por entre la zahorra. 

Bueno, ellos son la zahorra sentimental de nuestra pequeña zambita andariega hasta las sombras, a veces incluso deseadas, porque lo que es hasta ellas y por aquí, todo es solana inclemente, desolación calcinada, que es mayormente a los que dedican su sinvivir nuestros políticos (y ciertos funcionarios) nuevaoleros, cuya obsesión son dos: una, su delirio urbanista deconstructor, ese vocablo amariconado designador de la destrucción, gracias al cual pasar por el Altozano se convierte en un parque temático polvoriento, decibélico e infernal, una especie de videojuego (pero con efectos físicos reales) mezcla de asalto a la ciudadela, cruce de línea defensiva iraquí y emboscada de guerrilla urbana, sorteando enemigos de toda laya, pero con premio final –si el cajero funciona– de los cien euros de rigor. 

Una aventura inimaginable tan solo hace unos años, y no solo por de la Rosa, por el módico precio de pagar tus impuestos (e incluso sin pagarlos), y que resulta un pasatiempo baratísimo, ya que dura y dura… 

Y dos, su afán por erradicar la sombra, y no me refiero a sacarnos de la oscurina e instaurar una nueva Ilustración, ellos que pueden con su demostrado enciclopedismo (a saber de qué), sino a dejarnos al palomo por doquier, haciendo de este el sumo emperador callejero; a no hacer más que zonas verdes con césped, para asombro solo de hormigas atrevidas; a podar hasta el desmoche todo bicho vegetal mayor de dos metros (quizá para que la contrata del asunto tenga garantizado el negocio, a costa de nuestras lipotimias); a no poner más que arbolotes inútiles para el servicio, o ponerlos donde no hacen falta. (Aunque lo más es cuando al fin encuentras un banco a la sombra y está lleno de mierdas). 

En suma, a no dejar títere a la sombra, a propiciar el confinamiento (que han descubierto tan favorable), el aire acondicionado, el calentamiento, el melanoma y Telecinco. Y ellos, sin sombrero. Total, para lo que pisan la calle.

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