Topados

 Los políticos y sus corifeos los medios –ese espacio que en lo taurino los diestros (y siniestros), los toreros muertos,

ya no se la juegan porque los torean bien “afeitados” con sus ayudicas, regalitos y subvenciones- han introducido otro palabro que sin duda este año será aceptado como válido por la academia, tanto la Real como la de Operación Triunfo, si es que no son ya la misma, y una vez nos la han metido a todos por los ojos, las orejas, por derecho, doblada y en nómina. 

Se trata de topar, y no solo en su vieja acepción de embestir –cosa que ya hacían, aunque nosotros seamos los cornudos (y apaleados)-, sino también en la nueva, refulgente y desopilante de poner topes, en este caso a los precios, figura retórica con la que se sacan un verbo de un sustantivo, como podría ser misar, por ir a misa, telear, por ver la tele, o pavear por pelar la pava. 

 Topándolo, o hasta el toro todo es rabo.

Una fórmula muy utilizada en el inglés, sobre todo americano, que ya es como de la familia. Como Isabel II es de la nuestra. A juzgar por los medios, ese espacio, se diría que es nuestra reina real –otra redundancia sin tope- y que se ha muerto nuestra abuela la del bolsito. 

Que está bien. Y no es que me alegre, pues la monarquía es una institución hoy día emprecindible para los chistes y la poca sátira que se nos permite. Y siempre que sea a esa edad, y acompañada de Beefeaters en su cortejo fúnebre, pues tranquiliza. No como Godard, tan a palo seco, que te hace cavilar incluso ya muerto.

 Pero lo de topar no deja de ser una fórmula que hace con la lengua un pan como unas hostias, tal y como acostumbran, si bien lo que más practiquen sea darnos hostias como panes, algo que demuestra que los únicos que deberían ser topados, tanto en la acepción vieja como en la friki, son ellos. 

Nosotros ya lo estábamos, y hace tiempo, pues, como canta Kiko Veneno, hasta los tontos tenemos tope. Eso sí, habrá que advertirles alguna vez de habernos cansao de tanto invento y tanto neologismo, tanto comunismo y tanto fascismo para al final pagar siempre los mismos. Y de que alguna vez lo mismo acertamos aunque sea de rebote. No es por nada. Es que estamos a tope.