miércoles, 30 de abril de 2025

Flojos

 

El gobierno está haciendo lo imposible por recuperar la natalidad. Y no me refiero (solo) al apagón del otro día, una oportunidad histórica para intentarlo al menos, en plena tarde

-recuérdese que de grandes siestas están las guarderías llenas-, y luego en plena noche, en un segundo tiempo que ni caído del cielo, sin nada mejor que hacer que no fuese en horizontal. 

Un regalo. Casi una obligación. Casi sin excusa posible: ay, es que yo sin luz, como que no; ay, es que se me ha olvidao ir a la farmacia; ay, es que no tengo gana con este estrés, y el chiquillo por ahí; ay, es que tengo el coche en la calle y no me centro; ay, es que vengo agotao, toa la tarde en el bar…

 Y es que esa es otra, que luego nos quejamos de ser un país de camareros, pero es que, fue producirse el apagón y todo el mundo en los bares, a oscuras, pero hasta agotar existencias, tú. Qué sed de todo. Sería para hacer el seguimiento del tema, como se denominó al evento. O por ese espíritu innato de estar ahí, alertas y disponibles, como buenos voluntarios de protección civil in pectore, pura vocación, del españolito de a pie. O de mesa. Y así no recuperamos la natalidad. Solo la producción de Mahou. Pero en enero se verá. 

Aunque el plan de verdad, el serio, del gobierno para el asunto -el asunto, ya saben- va por otra vía, que es la de la semana laboral de cuatro días. Conclusión a la que deben de haber llegado visto que, por otras torticeras, como podía ser el teletrabajo, hay menos embarazos que en el Vaticano. Y mira que eso de estar en casa, calentito, tocándote el mondongo, con la internet, la nevera, el tocador, los repartidores de paquetes, todo tan sexy, prometía demografía. Pero, ¡quia¡, resulta que no había libido, por lo visto. Que, sepa Dios dónde está esa ahora. 

El caso es que, con el finde de tres días esperan que la libido vuelva a casa y la gana de ganeta, sea por convicción o del aburrimiento que tanto finde va a provocar, la gente se ponga a procrear como si no hubiera un mañana, o como si fuéramos japoneses, que son los que han empezado este experimento “de este finde no pasa”, de la preñez por el bien de la humanidad. Este Sánchez

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