jueves, 31 de julio de 2025

Sex o no sex


Ser sexy hoy es, al parecer, muy importante. Hasta en política. Y no me refiero a ese plus de imagen atractiva tan buscado en un candidato -las candidatas lo tienen más crudo, pues la política actual exige una edad mínima que, desgraciadamente, las pilla casi viejas, según los estándares-, sino a esa virtud que la nueva política, especialmente la fascistoide, se arroga de añadir como estimulante, excitante, capaz de llenarte y realizarte y hacer de lo político algo más cercano a los sentidos (y al deseo) que a la razón o la sociedad. 

Los nazis se emplearon a base de bien en el asunto, en la época especialmente desinhibida, iconoclasta, transgresora y nihilista de la que surgieron. Pero esta de ahora es otra cosa, en razón de los tintes más conservadores y puritanos que les confiere su ámbito de procedencia. 

Así, Trump lo utiliza sin parar. Y no solo porque es viejo y se supone que corrido, y a esa edad se presume de lo que no se tiene, sino porque en USA, una sociedad hedonista sin ese viejo complejo cristiano, ser sexy es un valor positivo, casi cívico, y por tanto no opuesto a los rancios valores puritanos, sino complementario; algo que va más allá de lo sexual, que añadido a la política resulta importante. Y es por lo que las comparaciones entre esta nueva política y el fascismo, más que odiosas, son ociosas. 

Y es que la izquierda aún no ha comprendido, entre otras cosas, que ya no solo se puede (y se debe) enfrentar el mundo desde la ideología y la economía. Con la revolución sexual (de la que ellos mismos se jactan), también hay que interpelarlo desde ahí, completando así el trípode vital de la clave de bóveda de la vida actual. 

Algo en lo que la nueva política lleva la delantera al apropiarse y dotar de significado a ese concepto, o a otros que ya empieza a asociar al mismo, como es el racismo como incentivo de disfrute, como un placer añadido para el sujeto en el capitalismo (vivido este ya como un campo temático, y de pago), haciendo así del dominio diversión, y anulando el orden que lleva a un caos bajo su solo control, y a la risa más estrepitosa de todo. También de la civilización. Esa tragedia.

jueves, 24 de julio de 2025

Vocaciones


Los adolescentos ya no quieren ser toreros, princesas, ni siquiera rockeros; ahora quieren ser creadores de contenidos, que a esa edad es lo más lógico, llenar, rellenar, ocupar el vacío y dar la vara para resolver la incógnita. 

Naturalmente, o no, sus mayores, más de Freud (creador de contenidos en modo crack) y otras perversiones, lo que ahora se llama la mirada sucia, lo vemos como una cosa de la libido, no en vano a esa edad, la edad erecta por naturaleza, erecciones gratis (e amore), se levanta uno con demasiado entre manos, quiero decir sueños, ideas…, mientras a otra tener una idea, según Ortega a una edad que es la mía, es como tener una erección. 

Por eso los mayores no sabemos muy bien qué es eso de un creador de contenidos, viéndolo más en un pastelero haciendo xuxos o palos catalanes -y no me refiero al Puigdemont más de obrador-, o en un mamporrero equino, que es como más sutil pero evidente. No creo que los tiros vayan pues por ahí. Y deja sin resolver el ansia viva de las chicas por esa nueva vocación, a riesgo también de la teoría psicoanalítica creada para ellas de la envidia del pene, la libido insatisfecha, la sublimación de la pulsión y otras zarandajas.

 Más bien la cosa vaya de trabajar en internet -o sea, seguir sin trabajar-, que es donde esta gente se realiza, incluso a nivel libidinal. Y más, viendo el éxito de sus mayores en ello, aunque lo hayan hecho, como quien dice, sin querer. Como ese Koldo, que ha generado él solito, a lo tonto, con o sin erección, varios millones de páginas (“grabando, grabando…”), que cuando la UCO termine de leer le van a tener que dar el cum laude a 70 picoletos lectores, y a él la medalla al mérito laboral.

 Y es que, para creadores de contenido los socialistas. Es que rellenan mogollón. Más que los miguelitos. Ves, Montoro ya es otra cosa -aunque hay quien lo niega-, un creador más bien de continentes, eso sí, para llenarlos de billetes, que eso abre muchas puertas en la vida, incluso las de la cárcel. Supuestamente. Ahora todo lo es. Y tampoco hay que sentenciar antes de tiempo. Excepto al resto, que lo estamos casi de nacimiento. ¿O será vocación?

jueves, 17 de julio de 2025

El compost


Buscar un justo hoy, de día y con farol, es solo para cínicos y políticos, valga la redundancia. Así Rufián, charnego que no domina el catalán, pero entiende de p.m. el castellá, espetó a Feijoy en la sesión de confianza -entre bandidos siempre mucha- si tendría huevos a derogar la amnistía, vista la especialidad del PP de vivir de los enmierdes del Psoe, para luego mantenerlos una vez en Moncloa. Y, de hecho, ya ha prometido a los catalanes que tendrán financiación especial. De traca. Y aún hay quien cree en mayorías absolutas. 

Principios pues, nulos, y valores, en la bolsa. Y además, es contagioso. Lo que explica, con el histerismo frentista del “Pedro habrá robao pero yo le voy a defender”, que se oye por ahí, el voto como acto de venganza, resentimiento o envidia (sana, por supuesto) contra tus guías (o anti guías) espirituales, pasando por alto el cinismo y el fraude en ciernes, o la misma traición en marcha de una amnistía antes negada, una financiación singular a chantaje, una precariedad juvenil contra promesa, una indigencia desatada, una inmigración desatinada que ya hace sangre, un remate del  bienestar, un…

Que ya es una murga mentar, pero que prueba unos valores y principios variables según la hora y el día, echando la culpa del cambio de chaqueta a la ultraderecha, que, como se sabe, se dedica a apercollar pisos, lubinas o ropa de bebé para que suban. Y no a la partitocracia bipartidista (y sus parásitos), o a la ley electoral del sistema que, con sus “principios”, nos ha traído hasta aquí. Hasta el final, también, de los principios y los valores, que todos estos padres de la patria, voceros de mercadillo, se han esmerado en erradicar, al seguir viéndola como la síntesis de lo personal y lo social en la familia, el municipio y el sindicato.

 Un “the end” que es un dejà vu con ojos de viejo, más decepcionante de lo previsto. Y yo, que pensaba que alguna ventaja debía de tener el descreer, voy viendo que es más inconveniente, pues hasta la vieja libertad, esa entelequia indefinida que al final es sentirse vivo y posible, se me hace escéptica y ahogada solo con respirar en tamaño estercolero.    

jueves, 10 de julio de 2025

Vacaciones


La Santa Inquisición bien podría ser la inventora de las vacaciones, si vemos a estas -y más con el cambio climático- como una forma de sufrir distinta a la cotidiana, un cambio de postura en la tortura -espera, ponte así, dicen los amantes veraniegos huyendo del sudor en busca del clímax-. 

De ahí la pertinencia de su concepción actual como desconexión, tan necesaria para volver luego a padecer las de Caín de cada uno. Siendo en este sentido como la Santa, con su programación del suplicio, ahora al potro, después al látigo con puntas, luego al torno, te amenizaban la vida de forma que tardases en diñarla -como ahora mismo hace la Seguridad Social-, hasta el punto de tener tiempo de arrepentirse, cantar la tarara o incluso echar de menos una buena mano de hostias normalita, entre desconexión y desconexión. Y hasta a pasar gustoso el viacrucis con tal de disfrutar de su variedad. Todo fuese por la salvación. 

El problema de ahora, y que yo le veo a desconectar es que te puedes perder otros placeres tan intensos como el grillete con pinchos o el torniquete testicular, y lo que es peor, que se te pase de clara, sin olerlo siquiera, el cambio histórico que está al caer(senos encima), esa cosa que solo ves cuando ya ha pasado, y que solo puedes saborear en su punto en su momento de producción con el olfato, que es quizá el más cognitivo de los sentidos, sobre todo para con la basura, y que es lo que puede que esté pasando este veraneo, en vivo y en directo, mientras todo el mundo está ya a por uvas…, menos, claro, quienes tienen en su mano seguir ordenando la tortura, dosificar los tormentos más que Manolo Caracol en sus zambras con Lola Flores, y que, mira por dónde, empiezan sus vacaciones en agosto. 

De ahí que Sánchez sea el hombre más loco del país por que pase julio -del 18 no pasas, le ha advertido más de uno, incluso desde el más allá-, y no porque no tenga aire acondicionado, sino porque vive pendiente de dos posibles autos-martirio julianos antes de que los togados se olviden de él (hasta septiembre), como son: la no admisión del argumentario de Cerdán, o sea que lo emplumen por financiación ilegal del partido (que creo, no sé, que está en el gobierno, y que es la cuarta negación que le falta hacer a Pedro), y el embanastado de la Bego, que quiere decir el uso del estado para canalizar pasta rica a lo privado. Más o menos lo que hace el mismo Trump y por lo que el progresismo pone el grito en las chimbambas. Y ahí se acabó. 

Ni ERC, ni Compromís, ni otros le van a secundar en su pasión de mazmorra. Que la vida es muy dura, y también hay que viajar, descansar y desconectar (y más de Sánchez, que ya da calambre), para poder regresar con más ganas a la historia. Lo que pasa es que esta lo mismo ya ha cambiado, y será otra muy distinta cuando vuelvan. Y es que ahora está muy de moda equiparar a jueces y políticos, y que son tal pa cual y eso. Pero entre ellos sigue habiendo una distinción fundamental: que los jueces solo se toman un mes de vacaciones, y los políticos parece que no hayan vuelto nunca de ellas. Menos la ministra de vivienda, desvivida la pobre con tanta papeleta, que no da abasto. 

jueves, 3 de julio de 2025

La empresa

 

Mañana se reúne el consejo de administración del Psoe. Sí. Muchos se olvidan de que el Psoe, ante todo, es una empresa. Y ahora han enchiquerado a su CEO, o sea a su director ejecutivo, y aunque no cotice en bolsa, su valor se ha depreciado, sus ventas han caído en picado, su beneficio se antoja cochambroso y su futuro en el alero, pese a que su director de marketing Tezanos prediga encuestas por delante de la competencia, inflando los datos (e inflando ya otra cosa a los socialistas). 

Así es que el presi de la empresa, digamos que sorprendido (je,je) por la situación, ha tocado a rebato para mantenerla a flote, como condición impepinable para seguir en el poder, que es lo único que importa -Sánchez es muy leninista en esto, y si no que le pregunten a Feijoy-, siendo así su gran y única tarea, olvidado ya lo de gobernar. 

De hecho, desde que embanastaron a Cerdán, su agenda viene marcada por la UCO, los medios y los jueces. Y un presi sin agenda, sin iniciativa, está grogui. O ido. Adónde? A su casa. Pero no a limpiarla, como afirma, sino a sujetar a todos los que en su partido, sin saberlo, siguen aquella curiosa parodia de Orson Welles sobre el sueño americano, “No preguntes qué puedes hacer por tu país. Pregúntate qué hay de comer" (hoy). Y que ven como la empresa está a punto de cubrir un circuito histórico ya previsto por Hegel en su Dialéctica para casos parecidos, con su “desde la nada, a través de la nada, hasta la nada”, que Groucho, sin haberlo leído (o sí, vete a saber), concretó en su “desde la nada a la más absoluta de las miserias”. 

Accionistas minoritarios, o sindicados, sin relevancia en el consejo, pero cuyos gritos de angustia rechiflarán en la sala, por depender sus lentejas, como buenos pesebristas, carguicos y “defensores del progreso” a sueldo, del rumbo del asunto. Víctimas colaterales que serán acallados de nuevo, y luego le darán la razón a Page, que para eso está. Y nada más. Y todo seguirá pudriéndose. El gobierno de izquierdas, porque es un aborto en sí mismo. Y la alternativa de derechas, lógica, mayoritaria y supuestamente continuista, por imposible con nacionalistas y Vox. Qué peligro.