Buscar un justo hoy, de día y con farol, es solo para cínicos y políticos, valga la redundancia. Así Rufián, charnego que no domina el catalán, pero entiende de p.m. el castellá, espetó a Feijoy en la sesión de confianza -entre bandidos siempre mucha- si tendría huevos a derogar la amnistía, vista la especialidad del PP de vivir de los enmierdes del Psoe, para luego mantenerlos una vez en Moncloa. Y, de hecho, ya ha prometido a los catalanes que tendrán financiación especial. De traca. Y aún hay quien cree en mayorías absolutas.
Principios pues, nulos, y valores, en la bolsa. Y además, es contagioso. Lo que explica, con el histerismo frentista del “Pedro habrá robao pero yo le voy a defender”, que se oye por ahí, el voto como acto de venganza, resentimiento o envidia (sana, por supuesto) contra tus guías (o anti guías) espirituales, pasando por alto el cinismo y el fraude en ciernes, o la misma traición en marcha de una amnistía antes negada, una financiación singular a chantaje, una precariedad juvenil contra promesa, una indigencia desatada, una inmigración desatinada que ya hace sangre, un remate del bienestar, un…
Que ya es una murga mentar, pero que prueba unos valores y principios variables según la hora y el día, echando la culpa del cambio de chaqueta a la ultraderecha, que, como se sabe, se dedica a apercollar pisos, lubinas o ropa de bebé para que suban. Y no a la partitocracia bipartidista (y sus parásitos), o a la ley electoral del sistema que, con sus “principios”, nos ha traído hasta aquí. Hasta el final, también, de los principios y los valores, que todos estos padres de la patria, voceros de mercadillo, se han esmerado en erradicar, al seguir viéndola como la síntesis de lo personal y lo social en la familia, el municipio y el sindicato.
Un “the end” que es un dejà vu con ojos de viejo, más decepcionante de lo previsto. Y yo, que pensaba que alguna ventaja debía de tener el descreer, voy viendo que es más inconveniente, pues hasta la vieja libertad, esa entelequia indefinida que al final es sentirse vivo y posible, se me hace escéptica y ahogada solo con respirar en tamaño estercolero.
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