jueves, 18 de marzo de 2021

A por ellos, oééé

 El carisma de Pablo Manuel I es tal, que ha sido empezar la berrea (o perrea), o sea anunciarse él, sin arcángel Gabriel ni nada, como padre y madre del cordero (de Dios) a la madrileña, que no solo ha subido el pan y la intención de voto, a favor y en contra, sino que, al grito de Madrid será la tumba (o timba, no sé) del fascismo, y la nueva Comuna de París del XXI, justo siglo y medio después del evento, ya se están organizando otras Brigadas Internacionales para venir a combatir al opresor. 

Así que estoy que no quepo, pues espero que Albacete sea de nuevo una de sus grandes sedes, y nos ponga otra vez en el mapa como el destino cosmopolita de un Erasmus guerrero de toda esa juventud mundial ávida de combatir el oprobio más ominoso. Además del juego que ello daría durante otro siglo más a historiadores y aficionados y viceversa y libreros de viejo. 

Pablo Manuel I, con el último brigadista, 
Virgilio Fdez. del Real (muerto en 2019),
que ni era internacional, pues era español,
ni soldado, pues fue enfermero del Bata-
llón Donbrowski, creado en Albacete
en el 36. Lo que se llama 'hacerse un
selfie de acople para la posteridad"
(y a posteriori).
Aunque a día de hoy ninguno de esos soldados de la libertad han dicho de venir. De momento las Brigadas se localizarán, una, la anglosajona, en Baleares, cuyo entrenamiento principal será el julandroneo y el balconing (muy útil para el encontronazo cuerpo a cuerpo que se avecina). Otra, más nórdica y sofisticada, se situará en Canarias para irle tomando el pulso a la situación pero de lejos. 

Y la otra, en Madrid, esta más de franceses ávidos por reverdecer los laureles decimonónicos comuneros perdidos, que ya anda reconociendo el terreno los finde, apatrullando la ciudad en plan descubierta de lugares donde repostar, abrevar, evacuar (consultas, se supone), lo que se llama la logística, tan importantes en la confrontación que ya planea –atención, atención, vuelo 707 a Madrid, con licencia para pimplar–. Incluso se espera algún comando, por supuesto heteróclito e ilegal, okupa y perroflauta incontrolado, en Barcelona, a su aire. 

Pero de Albacete, nada. Ni un campamento tipo migrantes, para jurar bandera, o ayudar en la temporada del ajo, que también es antifascismo. Y tampoco se sabe si las autoridades han hecho alguna gestión para captar al nuevo Carnicero de Albacete, o aunque sea aprendiz, o instalar al Estado Mayor en Los Llanos, con esa bodega y demás. Y veo que otra vez nos dejan fuera de la historia. A ver si va a ser por ser fachas...

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