jueves, 4 de marzo de 2021

Impostura

Hoy estoy que lo tiro. Tanto, que, a riesgo de ser predecible –es lo que tiene la edad provecta (y las ganas de joder la marrana)–, estoy pero que muy a favor de las manifas del 8-M.

 

Y no es que haya visto a la Vice Consorte vender la moto en la tele haciendo pucheros con su bemba florida, poniendo esa cara de Magdalena agresiva –mucho más millenial y tirando a rollito de primavera agridulce que la de Proust, y bastante menos patética que la del Calvario de Cristo–, y me haya seducido desde su poderío y su chalé, pues al fin y al cabo solo sigue la pobre la máxima “enriquecerse es glorioso”, de Den Xiao Ping, si lo sabría él, que era comunista y (por tanto) odiaba el campo, y padre de esta China que nos va a comer los huevos. 

Bueno, nadie es perfecto. Algunas desconocen todavía los
poderes de Mr. Propper (o el Cillit Bang)
O porque un rayo de LGTBI me haya derribado súbito de lomos de mi terquería sanpableña, refanfinflacausas y cutrefacta. No. La última vez que me caí de un caballo fue a los cinco años en Balazote y de lo único que me convencí fue de no subir más a ningún otro (aunque a mí sí me hayan potreado lo suyo). 

No. No se trata de nada esotérico ni insondable. Es sencillamente que estoy hasta la curcusilla de ver –a los que escriben no los leo– a los mismos voceros pringuezorras chupalcuzas que el año pasado babeaban por la guachera lo bendito y salvífico que era celebrar el 8-M en plena alza de la pandemia (porque así lo dictaba el Duunvirato), piar ahora como plañideras (porque así les dictan) por las bondades de la autorrepresión y la renuncia teresianas –quedaos en casa, que os vais a correr de gusto–. 

Un soplapollismo aún más vomitivo si vamos a la segunda (y peor) lectura del buenista y superprotector mensaje “por salud pública” emitido ahora, y que es el usar lo de las mujeres (aprovechando la opinión contraria al acto y al feminismo, tan típico de la demagogia sanchista) para dárselas de tan responsables ahora refrenando como antes animando, y hacer así igual de buenas las medidas tomadas hasta aquí, tanto si fueron de censura o alentadoras, erráticas o criminales, legales o golpistas. Reescribiendo y tapando. Son así de infalibles. Como un padre. Bueno, y ahora, como madres.


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