Son las cartas que la inspección de trabajo regional va a mandar a otros tantos empresarios, se supone que agrícolas, para advertirles de lo malísimo que es currar en el campo en estas fechas y el cuidado que hay que tener con la calor, y que si le pasa algo a algún bracero de la contrata por eso, que se aten los machos.
Un gesto de piedad inusitado con negros importados y del terreno que es de agradecer, como alarde de solidaridad impagable de los despachos climatizados hacia quienes no siempre tienen el botijo a mano.
Hombre, yo esperaba que unos cuantos echasen una peoná cogiendo melones, con su pamela y su cremita, dando ejemplo y cantando al trabajar. Pero lo progre es que ya no es cool, sino más bien una plasta.
Aún así lo suyo es pura empatía. Otra prueba más de socialismo eficiente y de administración cercana, y no solo como eslogan, que no te manda un guasap con un meme de tres soles ardientes llorosos, sino que te escribe, para que sepas que, más allá de la gavilla de cebollas o la parva de ajos, ahí está la inspección, alerta para armar el pollo y levantar un expediente por exposición al palomo, en el caso, improbable con solo 40º, de que a gente tan asolanada como esa, y tan bronceada que algunos parecen hasta de aquí, les dé un perlequeque. –Aquí, aplausos–.
Mi duda es que hayan tantos empresarios. ¿No serán sino simples agricultores que han de contratar alguien que les eche una mano? O sea, trabajadores que se explotan a sí mismos y se machacan al sol como encurtidos, a los que no hay que recordarles, pues lo saben desde pequeños, que el sol mata, o que se den crema en la punta de la… nariz –qué risa–. Y menos que se les manden misivas insidiosas como a sospechosos habituales, “cuidadín, cuidadín, que sabemos dónde vives y cómo las gastas”.
En cambio no les preocupa que en CLM los sueldos sean 2.500€ menos que la media nacional. Eso a la inspección de trabajo se la suda. Y eso que no están a la intemperie. Pero, sin que sea su tema, eso a muchos les hace tiritar, en pleno verano y sin aire acondicionado. Aunque igual es el covid y no se enteran. O sea, cosa de Sanidad. ¡Oh, no!
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