Archivo de Índex, inserto
2-345
Cabras como ovejas y viceversa
Discurso de bienvenida del XXIII Congreso del Partido Antiovino y Revolucionario de
Capricornio (extractos). 1ª Parte: Tesis–Antítisis.
…disfrutan de nada merecidas bondades, vienen al mundo en traje de novia,
de mechones brillantes cual tersos caracoles de oriente, mejor cual más rizada;
y nos afrentan con su prioridad. Incluso las esquilan para ahorrarles la
opresión del verano –hay que caer en gracia antes que ser gracioso–. Y todo por
esa tontuna de ser cuando la lana es más fina y segregan grasas y fenoles que
la alisan. Lo cual las tiene abonadas al premio. Aunque también tienen pelos
hirsutos, como todo quisque, en el hocico.
Ellas los llaman guías sensoriales, y aunque por moda se los sacan de cuajo, se les queda un bigote puoso con el que nada sienten. Mientras los menos suertudos tenemos que sobrellevar el ostracismo con el sobrante del reparto de fortuna, obligados a mantener in vitro nuestros mejores dones hasta que ocupemos el lugar que nos corresponde por enjundia, pliego de condiciones y hoja de servicios.
Por eso nos gusta
verlas aventurarse por los pastos inundados, con esas sondas horribles
insertadas en su nariz durante una semana, sin saber cómo balar o dormitar,
huyendo de los parásitos que las estragan. Entonces no vienen tan pedantes, no.
Eso es lo que nos da oxígeno. Pero, como la virtud es criada al hogar del vicio,
nosotras también elevamos el derecho a la diferencia –nótese que sstamos ante
el monólogo caprino–.
Ellas los llaman guías sensoriales, y aunque por moda se los sacan de cuajo, se les queda un bigote puoso con el que nada sienten. Mientras los menos suertudos tenemos que sobrellevar el ostracismo con el sobrante del reparto de fortuna, obligados a mantener in vitro nuestros mejores dones hasta que ocupemos el lugar que nos corresponde por enjundia, pliego de condiciones y hoja de servicios.
Por eso nos gusta
verlas aventurarse por los pastos inundados, con esas sondas horribles
insertadas en su nariz durante una semana, sin saber cómo balar o dormitar,
huyendo de los parásitos que las estragan. Entonces no vienen tan pedantes, no.
Eso es lo que nos da oxígeno. Pero, como la virtud es criada al hogar del vicio,
nosotras también elevamos el derecho a la diferencia –nótese que sstamos ante
el monólogo caprino–.
“¿O es que nuestra alacena farmacéutica y el préstamo de feromonas a los
humanos de poca mandanga sexual o sin flogisto seminal no vale una buena libra de
carne?
Sí, estamos de acuerdo en que la cerda se preña dos veces al año a partir de los nueve meses de edad, y amamanta siete semanas a esas aspiradoras. Pero por mucho interferón que llegaran a producir a partir de los carcinomas que tanto transforman a las vacas, y se llevasen la palma como comodín de urgencias y surtidores supletorios universales, nuestra experiencia en partos múltiples (sin aditivos, fertilizantes, ni la epidural) les dan cien patadas. Y con la mitad de inversión en ADN.
Hay que ser más modestos, eh, y no como esos media sangre ingleses, que pretenden que les hagan una cartografía secuencial de los genes. Porque han perdido los papeles. Algo así como un Cozgenoma. Todo, para equipararse al árabe o al pura sangre.
Sí, estamos de acuerdo en que la cerda se preña dos veces al año a partir de los nueve meses de edad, y amamanta siete semanas a esas aspiradoras. Pero por mucho interferón que llegaran a producir a partir de los carcinomas que tanto transforman a las vacas, y se llevasen la palma como comodín de urgencias y surtidores supletorios universales, nuestra experiencia en partos múltiples (sin aditivos, fertilizantes, ni la epidural) les dan cien patadas. Y con la mitad de inversión en ADN.
Hay que ser más modestos, eh, y no como esos media sangre ingleses, que pretenden que les hagan una cartografía secuencial de los genes. Porque han perdido los papeles. Algo así como un Cozgenoma. Todo, para equipararse al árabe o al pura sangre.
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