jueves, 23 de diciembre de 2021

El chiste

 El cónclave de presidentes/tas/tos ha confirmado que, no solo habrá navidades sino que el carnaval se adelanta y empieza hoy, con el uso obligatorio de la máscara, o bozo que dicen otros, y la presunta buena nueva de que la Nochebuena “no corre peligro”, que no sé cómo tomarlo, si como chiste de Gila, de los Marx o con tónica. 

Descartado que la vayan a quitar del calendario, pues tanto Bildu como ERC son bastante meapilas tradicionalistas y de las (co)JONS, si es que las familias se podrán reunir aunque sea en régimen de libertad vigilada –que no a régimen–, lo que sigue corriendo peligro real es la familia –el municipio y el sindicato, menos–. 

Y es que según parece vuelve a la carga, tras refrenar, por un bien colateral del Covid, su afán de revoltaza, rebajar su promiscuidad enfermiza, y diluir un algo su caldo de cultivo de psicopatías –y alguna que otra indigestión–, acercándose así lo justo a otras sociedades civilizadas cuyo canon fiestero estriba en la balanza entre el respeto afectuoso y la lubina a la sal. Una cosa que esté bien. Algo que afloje la cadena no solo de favores del patriarcado más disipado e impostado, sino la alimentaria del matriarcado tan victimista como triunfal, que le acompaña sartén en ristre. 

Claro que, entonces, ¿qué sería de algunos animalicos protagonistas de esta fecha: el cuñado, el bebé, el álbum de fotos? Del bebé, nada, porque no se enteran. El cuñado iría fuera de la cadena trófica ya como especie en extinción, pues este es su día, igual que el 21 es san invierno, el 22 de la salud o el 28 de los tontarras. 

Y en cuanto a las fotos, serían liberadoras, al no ser repasadas –salvo que tu cuñado se empeñe en enseñarte su último millón de ellas– por varios pares de ojos, primero nostálgicos, luego decididamente melancólicos, suspiros delatores y comentarios dañinos: “¿os acordáis cuando hoy dejaban bebidas y sidra a los municipales en las cuatro calles, como regalo de navidad?”. “Como que era el único día que se ponían a dirigir el tráfico”. “Hoy les dejaría yo otra cosa”. 

Así que, la Nochebuena no corre peligro. Y el carnaval, menos. Nosotros, ya es otra cosa.

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