jueves, 31 de mayo de 2018

Moción de costura: recoser España. Cegueras y partitocracia


Cegueras
La justicia no es ciega; la venganza, tampoco. Excepto las poéticas. Mientras CR7 versionaba sobre el autobús su blues de la parodia del verso de César Vallejo, “le rodearon millones de individuos, con un ruego común: Quédate hermano! Pero el cadáver, ay, siguió muriendo”, en pleno derrame de bilis, lágrimas (y algún esputo) por los efectos del ajuste de cuentas político de una judicatura rebotada por tanto metije, en las personas ma non troppo de algunos corruptos ejemplares, Pedro Sánchez, imitando a Eddy Merckx –que esprintó bajo una pancarta del entonces clandestino Partido Comunista pensando que era una meta volante–, echaba una moción de censura, como quien echa la bonoloto, al encontrarse la bandera de la regeneración, como Charlot se topaba en Tiempos modernos con la roja de unos manifestantes que huían de la policía, poniéndose al frente de ellos como abanderado, pero, ¿de qué? 
Y luego C’s, igual que hay quien ve un pañuelo rosa y enviste, al oír la comanda del rosiña, se pedía un “pa mí otra, pero que sea instrumental. ¡Y sin gas¡”, y Podemos, que se parece mucho a aquellos maletillas –aunque, por lo visto, con vocación de muletillas– que se apostaban en las puertas de las plazas de toros pidiendo “una oportunidad”, decidía seguir con sus consultas, dispuestos a dejar de ser un partido para reciclarse en ambulatorio, en pleno relato de su pareja real del querer vivir en la natura, criar a su prole al aire libre (¿y echar unas gallinas, quizás?), despreciando, ignorando la parte económica de la cosa al más cínico estilo burgués despectivo y desdeñoso por lo material, que es lo que más jode a quien no puede permitírselo y principal fallo de su discurso. 
Pero, en fin, ya decía André Gide que no podemos ser sinceros y además parecerlo. Y todos, incluso algunos peperos, pidiendo la repetición de aquel harakiri y mutis por el foro del franquismo, en las carnes de la famiglia Marianone, quizás, todos, por no saber qué hacer con ese famoso proyecto de la nueva España ilusionante, porque a ver quien coño sabe lo que es eso. Bueno, sí: los que se quieren largar de ella.
... y partitocracia
Por eso no nos pueden vender esta moción, que más bien es una movida de la partitocracia, que es lo que de verdad manda en este régimen, para colocar o recolocar efectivos, a tono con aquello que el alcalde Tierno expresó en su bando: “El que no esté colocao, que se coloque, y al loro”. O en otras palabras, que no se trata de ninguna catarsis lo que nos están endilgando, sino un reajuste que en absoluto limpiará, barrerá, quemará y purificará toda la basura acumulada, siendo lo más grave que es mucha la gente que piensa que sí, que con estos rituales y contubernios, y el cambio de alfiles y alguna torre, la regeneración está servida, cuando la principal bazofia e inmundicia es precisamente esa idea afincada en la gente de que cambiar consiste en cambiar algo para que no cambie nada. O sea, mantener impoluto el vertedero. Y tan contentos. Eso es lo único que está garantizado.

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