jueves, 26 de diciembre de 2024

Melancolía

 

Todos solemos llevar dentro juntos un Dr, Jekill y un Mr. Hide vitales, arrastrando consigo una carga de esclavitud y, a la vez, un poder de liberación bastante evidentes, haciendo de nuestra existencia el desarrollo de esa continua contradicción o par de fuerzas tan mecánicas como anulantes. 

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Retorno a la fe (2005)

Con este título ya habrá alguien temblando sólo de pensar en volver al hospital de ese nombre para una biopsia, una diálisis o un tacto rectal. No cunda el pánico. Es sólo que en la sociedad crece el deseo de creer a la par que disminuye el ansia de verdad. Vamos, que la fe, el esoterismo, la superstición y hasta la brujería ganan terreno a expensas de la ciencia, el empirismo y el positivismo. En suma, la ilustración baja, el oscurantismo sube. Para ejemplos, el desinterés por la escuela, la deseducación, la apatía del saber, la deserción de la cultura y el apego a la pseudoinformación y la pseudocultura. Vivimos de nuevo tiempos de renuncia a la búsqueda, la investigación y la explicación, de aceptación ciega de lo que nos echen. Tiempo pues de derrota.

lunes, 16 de diciembre de 2024

Jingles

 

Visto el éxito tremebundo del nuevo formato navideño, degenerado en un subgénero musical tan agotador como innecesario, el modelo Jingle Bells, o del Campanilleo, con luces y musiquita archiconocida, al que la gente acude como moscas a un ril,

miércoles, 11 de diciembre de 2024

El relevo

 

Ya sé que es tontería, pero cualquier aspirante a político, además del examen psicotécnico, para saber su grado de empatía u otras trabas para su desempeño, debería  leer algún libro de Tom Sharpe, y si se ríe, echarlo.

jueves, 5 de diciembre de 2024

La gamba

 

El gremio de pescadores anuncia que estas navidades va a faltar gamba roja, lo cual es inconstitucional, como mínimo.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Inciso

 Sánchez ha hecho muy bien en atarle los machos a su partido, ya que aquí, en los tiempos que corren, a la que te descuidas te ponen a la venta en Wallapop, y ahora que aún puede sacar algo…, pues eso. (Inciso: no estamos hablando de un partido sino de una empresa).

jueves, 28 de noviembre de 2024

Traidores

 

Da asco hablar de política. Pero vamos allá. Cualquiera que haya tenido que buscarse las habichuelas sabe que, o traicionas a los demás o te traicionas a ti mismo.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Letras pa'l cante: fandango

No será que no te lo digo


Tú te vas a gobernar

con tanta vasectomía

que se sequen las campanas

y el palo por alegrías


que nunca vuelva a sonar.

viernes, 22 de noviembre de 2024

Generales


Albergo mis dudas -y no sé por qué las dudas se albergan, la tristeza embarga o la responsabilidad abruma- sobre si la elección de un general para la reconstrucción de lo danificado en Valencia -Dana debería llevar ñ-, es un buen o mal síntoma de la que está cayendo. 

jueves, 14 de noviembre de 2024

El estado

 

Lo catastrófico era hasta ayer tarde la ocasión ideal para que el poder se luciera en el control del caos, su gran enemigo, y, supeditando aún más a los gobernados, reforzarse.

jueves, 7 de noviembre de 2024

Cabezo (amarillo) de turco.

 Menos mal que ha ganado Trump. Si no, a ver a quien le echas la culpa de la DANA. 

DANAS


La medida universal de nuestra solidaridad ha resultado ser la garrafa de agua. Somos así de originales.

jueves, 31 de octubre de 2024

El dolor

 

Si algo es común a toda Europa, y cada vez más universal, es la huida del dolor.

martes, 22 de octubre de 2024

Deshogarados

Los progres no tienen remedio. Su último gran dilema moral, intelectual, casi espiritual, a pique de caerse de la bicicleta (o del todocamino) es si permanecer en X, de soltera Twitter, o ponerse a servir, a la revolución, supongo. 

jueves, 17 de octubre de 2024

Derechización

Ahora mismo, el mayor fabricante de Nueva Extrema Derecha del país es el Psoe. No los pseudomedios, la oposición o Elon Mask.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Edadismo


Debe de ser por aquello que gritaban los Sex Pistols, “¡¡No future!!”, pero nunca nuestra  sociedad estuvo tan colgada con el ayer.

jueves, 3 de octubre de 2024

Nadismo

 

Es sabido que el mundo está lleno de don nadies. La novedad es que cada día lo son (somos) más profundos.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Duelo en t.v. Corral


Lo de Motos versus Broncano, no es que me dé bronca, dicho en argentino; es que da grima, asco y ganas de llamar a los israelíes -o mejor no, pues se cargarían a la población infantil, que apenas ve la tele-.

viernes, 20 de septiembre de 2024

Tiempo de crepusculos (2005)

 

Cada noviembre simultaneo el manto del azafrán con la recaída en esa gallardía estéril de querer comprender –pues aún no he llegado a esa edad de Fernán Gómez de estar hasta los cojones de comprender– cómo vivimos de pendientes de cosas que en realidad no existen, que incluso cultivamos el afán de su creencia, tal vez huyendo de una realidad tan irreal como la que se nos impone, yendo de la sartén de lo virtual al fuego de lo sólo verosímil, inermes frente a lo casi inerte, al mando de una felicidad malva como esa flor empeñada en anunciarnos un tiempo, más que de difuntos, tordo y radical, un tiempo de crepúsculos, que es como más gótico y matizado.

Que nos aburran (2005)

Al llegar los primeros ayuntamientos democráticos me busqué la vida en la propaganda institucional como creativo cutre todo terreno, y a juzgar por la imagen que años después mantienen, no debía ser muy bueno; a pesar de lo cual, cuando veo ese tipo de publicidad no puedo por menos que interesar al gusanillo de la cosa, sin cesar de preguntarme a qué responden esos anuncios que reverberan en las pantallas, y al ver que en su mayor parte se dirigen a reforzar tópicos, identidad o mensajes manidos y archisabidos, vender cosas donde y a quien no toca, o simplemente para cubrir el expediente o cuota de pantalla, acabo concluyendo que la función de esa publicidad es hacer un gasto y dar de comer, que no está mal, salvo que se indigesten, a algunos de los que siguen en el gremio.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

El begoñazo

 

Begoña Gómez ya no es una mujer. Ahora es la reencarnación de aquellos garrotes de Goya con los que pintaba a los típicos paisanos fratricidas matándose a bastazos.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Ficciones y contradicciones: Contribución a la crítica de la ecología política (para un planeta más justo, naturalmente) Post-it 30

Preámbulo para inadvertidos

(Prólogo del propio autor aparecido en una edición pirata de un cómic con supuesto guion suyo, que por lo gratuito, expresivo y a mano es el más utilizado)

 

 

Siempre me he considerado un científico antes que un hombre de letras. Lo que quiere decir que no tengo palabras, y las que tengo las emplearé para auto denigrarme. ¿Por qué? Porque soy un zape, un pobre desgraciado.

Esto, dicho así por alguien que se autoproclama servil para una sociedad que lo considera el mayor de sus engendros, puede resultar cínico. Que si mis padres vieran en lo que me he convertido, ya no venderían su par de mulas para poder matricularme en la facultad de Ciencias y ser algo en la vida, sino que me uncirían a la yunta como otro acémila más, aún a sabiendas de que entre ellas sería como un tercero en discordia. Después de todo, su conocimiento sobre mí es superior al mío propio, aunque inferior a mi desconocimiento de los demás, y así sucesivamente. Por eso me metí a farandulero y escribí de lo que no sabía, echando mano de mi fantasía para expresar mi pulsación científica. Y así me fue.

viernes, 13 de septiembre de 2024

Reiniciar

 

Parece una gorrumbada, pero, cuando un modo de vida se agota, la experiencia, y no el tiempo, siempre corto, resulta ser el gran escollo para volver a empezar -el famoso begin the begine, sea por Artie Shaw, Julio o Garci-. Resetear, que ahora se dice.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Retóricas

 Que los jueces se metan a políticos no es más que una redundancia aberrante.

Nadie es perfecto

 

Puigdemont es de los pocos que, con tal de mentir a los catalanes, nos suelta verdades como puños a los españoles.

Una de cal


Por estas fechas me suele venir el recuerdo de la cal, de la piel de muchas casas de entonces, que siempre andaban pidiendo un enjalbiegue.

jueves, 29 de agosto de 2024

El sinapismo

 

Antes de ayer se produjo algo que hace las delicias de cualquier columniador, eso que llaman una conjunción planetaria.

jueves, 22 de agosto de 2024

¡Es que te odio, te odio y te odio!

 

Alucinante. Mientras el noticiario regional no paraba de sacar a la ministra de guardia (la de vivienda, por poner algo), hablando del odio desatado contra los Menas por el asesinato del niño de Mocejón, las imágenes (de la tele propiedad de la ínclita) no paraban de exhibir, señalando desde todos los ángulos, la casa del pueblo del presunto homicida. Eso es discreción, presunción de inocencia y salvaguarda de derechos.

Sombras

 

En puridad, un político es alguien que se dedica a administrar las sombras. En el caso de concejales de medio ambiente y alcaldes en general, literalmente. 

Hubo un tiempo, tan lejano como el frescor o la concordia, si es que las hubo alguna vez, en que se les veía como portadores de luz, o al menos como un reflejo, ya paliducho e impostado, de ese estrellato ya pasado del siglo de las luces, a cuya vera se alumbró una vez algo más que gestión y buenos deseos, y que por aquí se acabó en cuanto empezó a sonar el tintineo del vil metal -que no es tan vil, pero queda bien-, dando comienzo así la perrea del empoderamiento del chimpancé sordo y ciego pero, lo que es peor, no mudo. 

Y la cosa mudó, y los políticos de a pie se tornaron intérpretes, mayormente de la farsa, que varían su oferta en función del cambio de la demanda, la peor mentira. 

Hasta ahí habían sido más unos déspotas ilustrados -el que lo fuera-, que decían ejecutar los deseos tanto tiempo postergados de las masas transidas, metiendo de rondón entreveradas gambas de su cosecha, improvisando así un mechado que el cliente dio por consumible. Era, por simplificar, cuando en las zonas verdes se ponían más árboles que césped. 

A partir de entonces se dio la vuelta y, fuese para aumentar los metros de verdín por habitante, porque sale más caro y se puede (mal)gastar más, o por los traumas y frustraciones pastueñas propios de gente de recua y rebaño, el césped impera, y por lo tanto, el sol. Los administradores de sombras, piscineros golfistas en deseo o practicantes o que sueñan con el sol en sus pellejos (además de con ovejas mecánicas), las administran ahora a partir del odio. 

Y cada año las ralean, las podan tuerteando de sombra calles, bulevares, parques incluso, dejándolas extinguir como un bien mostrenco. Dicen que para evitar que nos caigan las ramas, y a ellos el pelo. Lo cual está garantizado. Todo lo más te puede caer una caca de palomo. No sé quién va a pasar por esas avenidas a rape, esos parques al sol. Eso sí, luego te ponen en pleno verano plantones grandes en cualquier parte, para que se sequen. Que es un todo un detalle, y refresca mucho, la verdad.

martes, 13 de agosto de 2024

Burlesque

 Esto no es (aún) una confrontación civil, salvo para coger sitio en la playa, y llevar pistola ahí sería todo un puntazo. Si lo fuera, a Puigdemont ya le habrían aplicado la ley de fugas. Quiero decir otra a la encasquetada por el estado PPSOE, tan minimalista y animalista él: dejar a la mula mear, que meando descansa. 

Pero es que el ilustre ya no es un fugado de la justicia; ahora es el fuguista de la Juntsticia. El fuguista juntsticiero. Un fuguista tan bregado y fogueado que se desfoga (trans)fugándose a dónde y cómo sea, sin despeinarse, pues ya va. Envidando y negando la mayor, a lo Miguel Bosé. Y eso es más que un escapista jugador de brisca dos en uno, algo més que un club y sobre todo molt més que un país, y més si éste es petit y con mossos haciendo el trabajo de adultos. Ande va a parar. 

Es el espectacle del procés, o el procés hecho espectacle, si no es lo mismo, con más pilas que el conejito, y sin chistera (pues ya lleva casco). Porque este gachó es un Mozart de la tocata y fuga, del hola y adiós grouchista, yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, perdona pero me están esperando en la Junquera. 

¿Junqueras?

 ¡Oh, perdón, quise decir Jonquera! Pero no, ese lleva otro número del circo, el de Leoncio el león y el enanito provisional. Un número prescindible, le aconsejo que visite nuestro bar, je, je. 

¡Pero si se ha reído! 

Si le parece, lloro, con la de bolos que me están saliendo. El negoci es el negoci. No sabes qué agenda tengo, que voy a necesitar al Idealista para que me la lleven. Pero que conste que me he reído en catalán. 

¿Y eso cómo se hace? 

Fácil. Puedo decírselo pues está patentado. Consiste en reírse de todo el mundo. De tothom, vamos. De abajo arriba. Empiezas con los andaluces, que son más risueños, y ya, cuando se te cansan, de los de Girona, con la risa más floja, por si las moscas. 

Será mosques, ¿no? 

Si us plau... Ah, perdone, el móvil. ¿Sí?... ¡Ja, ja! Vale, adeu. Sí, es mi colega de Madrit, que a ver si me animo a hacer el número pero con la Guardia Civil. Que me ayudarían. 

¿Y lo hará? 

Créame, lo pensaré. Pero a mí los tongos, no. Lo mío es lo auténtico, ¡Visca Catalunya! 

Hale, pues visca.

viernes, 9 de agosto de 2024

La espera


La esperanza puede que sea lo último que se pierde. Menos que un paraguas en Albacete o un chambi a la puerta de un cole, o que la parienta del mismo nombre de la chirigota gaditana. Pero de hecho la pobre se pierde más que el pelo, los cuartos de los impuestos o la virginidad, por distinta causa, claro, pues si una es voluntariamente, la otra es por imponderables. Adivinen. 

Todo es cuestión de tiempo. O de los tiempos. En todo caso, perder la esperanza sigue siendo un pecado grave, pues significa estar poseído por el espíritu de la desesperación, el Belfegor ese. 

Y los que crean que hablamos de religión y no les atañe, van dados, pues en plena era digital la desesperación también ha caído en las garras del escrutinio constante de lo recto o erróneo, lo correcto o lo torcido, y desde criterios estrictamente sociales está pero que muy mal visto desesperarse, porque ello implica haber perdido la confianza, no en Dios, ni en el cosmos, sino en un final positivo, en un final feliz, que es para lo que se nos prepara, contrariamente a lo que sucede, justificado por la vía creyente con el “era voluntad de Dios”, o por el civil (aunque no mucho más civilizado) desenlace fatal, que suena más a matemáticas y ley de probabilidades. 

Pero desde una y otra óptica, perder la esperanza es lo peor. Se estigmatiza al portador y se señala como disidente transgresor a quien lo dude. Solo un criminal como Don Corleone puede decir que solo pueden estar confiados los niños y las mujeres -era antes del Me Too, y de tanto niñato diabólico del presente-. 

Sin embargo, los romanos la veían como hermana de la Muerte, por terminar con las penas. Que es una visión mucho más próxima a su idea actual, a medio camino entre el hedonismo cínico del confía en Dios y no corras, y el pasote apuntado en Filipenses 4:6-7: “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho”. 

Basta con sustituir Dios por vida, o naturaleza. Y echarle una cierta fe. Sea la del don divino cuya falta no agrada a Dios (vaya tela). O la fe en la nada del simple superviviente. Qué cosas.


martes, 6 de agosto de 2024

Hablando de medidas

 

Hablando de medidas fiscales Pedro Sánchez y María Jesús Montero acaban de hacer una frase por la que John Holmes hubiera dado treinta días de sueldo para usarla de epitafio: morir por los extremos o por las extremidades. ¡Qué grande es el cine!

martes, 30 de julio de 2024

Postit


El giro occidental actual hacia lo oscuro ya fue explicado por el marxismo, con perdón, esa óptica que hace tiempo pasó a especializarse en su primera premisa, interpretar el mundo, dejando a otros lo de transformarlo, con la famosa frase de Groucho, “vamos de victoria en victoria hasta la derrota final”, definiendo así, surrealista pero exactamente, el Nuevo Asalto a la Razón -por evocar el famoso libro de Lukacs sobre la genética ideológica del fascismo hace un siglo-, y aunque suene a astracanada hacerlo con un chiste. O no. 
Igual es desde la sinrazón cómo hay que evaluar lo que viene, dado que la razón, eso cristalizado con la Ilustración y practicado hasta hace dos días, ha pasado a ser otra cosa, si no su contrario, parecido, y querer seguir en ella quizá sea quedarse fuera de juego ipso facto. Que es lo que le pasa a la izquierda. Mucho diagnóstico, pero ninguna propuesta. 
Y eso es como no salir en la tele: que no existes. Y como única salida, las redes y la guerra cultural. Aceptar las reglas y el terreno del contrario, haciendo más evidente aún el papel de colgados del pasado (o past) que le adjudica la percepción social de la época, generada por la otra parte, que es a la que se otorga el carácter de nueva y renovada (o post). 
Porque ese es el juego de lo que se anuncia y que también tiene sus orígenes: el postismo de finales del XX, primero desde la estética, el arte y las vanguardias, esa degeneración pseudo regeneracionista que al llegar al lenguaje, a las ideas, se convirtió en postverdad, postmodernidad, posthistoria, postideologías, haciendo de la vida un postit. Pero no como lo que se deja para mañana sino como el mañana mismo, que ya está aquí. Post contra past. 
Y que se va perfilando en una idea cada día más arraigada, que la misma izquierda está renunciando a combatir: la postdemocracia. Como si solo fuese retórica. Una performance. Cuando empieza a ser un hecho consumado. Y no solo por sus promotores. Ahí está Maduro. Ese revolucionario a pucherazos de postdemocracia. Algo que cada día admitimos más como animal de compañía. Mientras la otra, la democracia a secas, se convierte en postit, pero para luego.

lunes, 22 de julio de 2024

Rutinas

 

El hombre occidental, o accidental, jamás imaginó que fuese a trabajar tanto… en su tiempo libre, ese invento para pobres surgido del ocio residual de los ricos, como la moda usar y tirar o el utilitario, supliendo así necesidades básicas adaptándolas al bolsillo, aunque no sea igual el de un fontanero, y perdón por el mal ejemplo, que el de un yentelman, que lo mismo no usa. Pero es que en lo del asueto, desde que tocarse el bolo y publicarlo es un derecho universal, el triunfo de la clase ociosa, implantada ya en los usos y la mentalidad generales, es que es insultante. Aunque, para desgracia de los miméticos humanitas actuales, al adoptar las costumbres de su clase apoltronada de la única manera que saben, con rutinas y con horario, han convertido eso llamado tiempo libre en otra gran actividad frustrante de su felicidad. Si bien el colmo de la estupidez sea lo de apuntarse a esa completa aberración, el giro definitivo de la idiocia de masas, pero sin la cual no puedes definirte ni integrarte en la humanidad más empática que cabe vislumbrar, que es el ocio activo. ¡Chúpate esa! El escarnio más humillante a tu costa y a golpe de látigo, ¡aaah! Bueno, de horario, mejor, esa cosa inventada por los monjes benedictinos nada menos que en el S. VI para llamar a la oración entre peoná y peoná, ora et labora y arre, burra. Desde entonces, el toque de campana tiene resonancias mágicas, tan bien administradas desde arriba, sean campanarios o cúpulas directivas, para instaurar y modular rutinas, sean del trabajo, del gimnasio, del senderismo, de una cama redonda o del pulpo a feira. Para llenar de sentido el ocio ha habido que transformarlo en un nuevo proceso productivo, ahora que las mercancías tangibles están de retirada. Si no, resulta aburrido, pues es solo ocio, y nada hoy en día puede ser solo eso, la nada, pues produce vacío, congoja. Hay que llenarlo todo, pues, de rutinas, y de horarios. De muchas campanas exteriores e interiorizarlas en el reloj en que nos hemos convertido con los siglos, solo para medir el tiempo, ayer esclavo y ahora libre, ese sarcasmo. De lo contrario, se nos para. O así lo creemos.

miércoles, 17 de julio de 2024

La Roja


Hacia 1970 se hizo trending topic una pancarta exhibida en San Mamés que decía: viva Rojo I, viva Rojo II y todos los rojos. Era cuando los rojos iban al fútbol, evidentemente. Apretada en el graderío y luego como morcilla entre las fotos de la crónica futbolística, fue toda una sensación y todo lo que daba de sí un régimen informativo a pan y agua. 

Hoy, en un régimen dizque totalmente distinto, en el momento en que Pedro Sánchez, en plan más que pagafantas, pagafantasmas, ha anunciado un paquete de cien millones, cien, de ayudas a los medios, también es cada día más difícil encontrar una información potable por las páginas. ¿Por qué será? 

Pero volvamos al rojo. O al rosa, que es más bien el desteñido en que va quedando ubicado dicho color, por cosas de la época, mayormente. Como por cosas de la época Luis Aragonés, alias Luis antes de ser armado caballero por la prensa triunfalera, se sacó lo de La Roja para lograr la empatía de una afición ciclotímica. 

Era un modo de centrar la identificación hasta simplificarla en un pigmento. Y la cosa funcionó aprovechando la inercia de otra época que ya estaba siendo llevada al tinte y desapareciendo. Que es lo que le pasa ahora a esa denominación de origen. 

Cada vez hay menos público que cuestione los colores de la selección, ni siquiera los catalanes, por compartir los mismos, y el recurso barato del rechazo de Otegui y su ikurriñización universal es casi patético. Pero bastante más que hace una década que rechaza esa connotación sesgada hacia el zurdismo entre líneas de una equipo que es visto ya más como un patrimonio simbólico general e identitario, que hay que preservar de las lindezas típicas de su manipulación por otras instancias. 

Por eso es de agradecer, en estos tiempos bloquistas en crisis política permanente, que haya como cierto consenso en no meter cizaña en algo tan revulsivo y concitador ejecutado además por un grupo de chicos más a la manera lúdica que competitiva, y que sea simplemente la selección nacional. El peligro está en que ya hay quien quiere que sea algo más, o sea nacionalista. Y eso, no es que sea de otra época. Es que, aún peor, sería muy de esta. 

viernes, 12 de julio de 2024

De visita

 

Por razones que no vienen al caso, el domingo volví a pasear por la ciudad después de treinta y cinco años de no pisarla en ese día de la semana.

jueves, 4 de julio de 2024

Sandías


La sandía es al verano lo que las golondrinas a la primavera, pero con una diferencia; mientras que con el pájaro hace milenios que renunciamos a la vigilia de su avistamiento, por inútil, amoldándonos a la siempre inesperada sorpresa de su llegada, lo cual mantiene esa ilusión casi infantil tan parecida a la de Reyes, por la estación de los amores, que diría Battiato,

jueves, 27 de junio de 2024

Sepsis

 

Que una tele puede ser una fosa séptica insondable, un atentado constante contra la dignidad y un insulto continuo a la inteligencia, a la vista están, pues la abyección más vil

jueves, 20 de junio de 2024

Créditos

 

El doble envite (todavía ni truque ni órdago) de Sánchez a jueces y medios tiene su base en algo que ambos envidados perdieron hace tiempo: la credibilidad.

miércoles, 19 de junio de 2024

Hay que joderse

 

La vicepresidenta Montero pide al PP una postura común para lo del CGPJ. ¿No se estará refiriendo a la del misionero?

jueves, 13 de junio de 2024

Aquí huele

 

Yo alucino. Con tanto izquierdoso viejo y nuevo afirmando por ahí que si fueron a votar fue para parar a la extrema derecha. Glups.

miércoles, 12 de junio de 2024

Progresos de ida y vuelta(2005)

  

Desde mi más tierna infancia, que allá por los cincuenta no lo era tanto, ya que hasta el pan solía ser del día anterior, mi padre decía que había que colocarse. No es que el hombre fuera un beatnik, aunque por la edad bien pudiera haberlo sido, y ansiase un futuro para sus hijos colgado sobre las nubes de Katmandú, que tampoco habría estado mal, sino más bien lo que trataba de inculcarnos era esa forma de vida ya entrevista por él como cuajada en el régimen anterior que consistía, y consiste, en mantenerse en un estado sufragístico de la propia existencia tan alejado y equidistante de la necesidad como del exceso de esfuerzo para lograrlo.

miércoles, 5 de junio de 2024

Cartas

 

Europa nunca fue un continente; más bien, y hasta 1945, era una fosa común. Hasta que los gringos establecieron su pax americana, y el destino europeo quedó fijado entre los derechos, como herencia propia, de la Ilustración, y la sociedad del bienestar a partir de concesiones al socialismo para impedir que el comunismo avanzase desde el este.

jueves, 30 de mayo de 2024

Váyanse


El Día de Castilla-La Mancha es la fiesta del vacío. Nuestra ilustre universidad debería crear un máster mundial para que los interesados en la gentrificación se acercasen a este páramo interior a observar que el vacío también es posible. 

miércoles, 22 de mayo de 2024

Vibraciones


Que Argentina está de moda, no cabe duda. Si es que alguna vez no lo estuvo entre nosotros, y con razón.

jueves, 16 de mayo de 2024

El retiro

 

Pere, o Pera Aragonés, según lenguas, se prejubila. Y dicen que en la banca y Telefónica se jubilaban pronto. Pues éste, ahí, con un par, a los cuarenta y uno, y entregando los huesos intactos a Dios, porque a esa edad ahora no da tiempo ni a terminar el becariado, con lo que chupan el móvil, el tardeo, la socialización o el poliamor. O el perro. 

martes, 14 de mayo de 2024

De la subversión a la subvención (2005)

 

Uno de los rasgos de la postmodernidad más mohosa se vuelve corpóreo de tanto en tanto cuando artistas, intelectuales o simples faranduleros optan por significarse socialmente apuntándose a causas que, por encima de ideologías, el ideario colectivo cataloga como de estricto neutro humanismo, o blancas. Así, el hambre, la paz, la infancia, la ecología, la cultura. De esta manera tan sutil como es el respaldo del talento que no se vende (quizá por falta de compradores), causas tan inocentes como las mentadas pasan a engrosar la recámara de la interminable lista de las ideologías con las que se libra esta eterna guerra, demostrando una vez más que no hay nadie apolítico, ni infantil ni pacífico, ni ecológico ni culto, y sí que alguien tiene que ejercer en cada momento de cuidador del homo candor, que es el que tiene que creer para vivir.

viernes, 10 de mayo de 2024

Ambiente veraniego (2005)

El otro día, la sección del tiempo de uno de nuestros periódicos titulaba, sin quedarle otra: “Ambiente veraniego”. El titulista, meteorólogo a palos, había llegado a la conclusión de que para qué calentarse más la cabeza, si es que es eso. Es obvio. Y la obviedad ha llegado a definir tanto a este país, que no hay que darle más vueltas. Ni reñir. Sólo riñen ya ciertos parlamentarios, y eso en puertas de las vacaciones, mediatizados por el panorama de pasarlas con la parienta u otros seres familiares igual de desconocidos. Todo lo que nos pasa está tan claro, que el que no sabe es porque no quiere enterarse. A qué más historias de incultura, desinformación y manipulación. Y es que este país, que confunde hastío con estío, vive permanentemente bajo el síndrome del verano, que además de ser una patente española, es siempre un tiempo de abandono.

El verano es cuando, queriendo ser jóvenes nos hacemos viejos. Nuestros abuelos lo sabían y no se ponían al sol, e increpaban a los atezados en exceso con cosas como “míralo, si parece un moro”, conscientes de que el astro rey es el que acelera la historia, y no el Islam, aunque éste se dé en países de lo más soleado, donde se dice que fueron inventados los espejos, por el azogue, se supone, para ver si así vislumbraban el reflejo del profeta, y al verse allí, del revés pero más feos, sin depilar, ni makearse y con un moreno agromán del copón, o sea de chilaba, decidieron quitarlo de la liturgia.

Y lo bastante que lo hicieran para adoptarlo por estos pagos, como el más asquerosamente obsequioso utensilio inventado, ideal para tomar esa falaz distancia de nosotros mismos que nos administra la belleza como una renta baja, que era desde el Pleistoceno la gran obsesión creativa (mucho más que el fuego, donde va a parar) del hombre, que ya por entonces se iba diferenciando biológicamente de la mujer, y por lo tanto iba cayendo bajo su influencia, aunque eso habría que verlo, ya que de siempre los ha habido muy remirados.

En cualquier caso el espejo es el precedente histórico sin el cual hubiera sido imposible inventar la tele –o mismamente a la madre de Blancanieves–, que no es una ventana, como se ha dicho, sino un espejo al revés, o sea la vida misma del derecho, para poner de relieve (muy bajo, eso sí) todo excepto ciertas protuberancias, que en eso seguimos tan hieráticos como una tabla del románico, que es por lo que la gente vuelve y vuelve a las mismas playas, porque la vida es una playa a la que se vuelve siempre, en busca de una belleza, no interior, que eso ya habíamos quedado era improbable aunque no imposible, sino anterior, no en el tiempo, sino de la parte de delante, ahora que las playas se miden en implantes, o  para recordar aquélla ola, con la tabla (de surf) dispuesta a ver si a Jessica le salieron estrías tras el parto. Hieratismo puro.

Y es que el tiempo, especialmente el veraniego, es un espejo deformante. Será por la calima. Luego viene la decepción. Algunos cogen el coche, y el que no consigue esclafarse a medio camino mientras hablaba con el móvil, se planta en el pueblo, allí, con la gente sana, a gozar de la francachela, de su sentido común exacerbado, de los pisos erigidos sobre casas antiguas, de ese acento sacado de los últimos programas cutres de la tele, que tan divertido resulta una o dos horas, hasta que ves que el sentido común es el grado precedente de la imbecilidad y que el pueblo se caracteriza por destruir los edificios elevados sobre él, como el idioma, un suponer, que como juan  palomo, se lo guisa, se lo come y lo excreta, y consistir su catarsis en regodearse en su miserias pasadas, que hace presente cual fantasmas para ejecutarlos y bailar con ellos al son de su horror, exorcizándolos con esa mezcla de impudicia, miedo, morbo y recochineo en danzas macabras de elogio del andrajo, secuelas de la escasez (de todo) cultivadas de tal modo, que se confunden con la humildad en la que el pasado es tratado como un difunto que es concitado para recordarle que no vuelva. Todo lo cual forja ese humor popular que puede degustarse haciendo puebling, lo mismo que los de pueblo, teniendo nostalgia de la gente, visitan la ciudad, que está llena de eso, mientras el pueblo suele estar hasta los topes de vecinos. Y no es igual.

Pero ya digo, la morriña es libre en pleno verano. Algunos incluso la tienen del 18 de julio. Por lo de la paga. Yo tuve mi primera paga del Glorioso a los diecisiete, en una fábrica de Elda donde marcaba zapatos del 42 para las mujeres de Arkansas. Desde entonces sueño que hago el amor con mujeres que se tienen de pie sin ninguna dificultad, pero yo me voy a caer en cualquier momento. Menuda ruina me busqué de por vida. Y aún tengo que dar gracias. Porque los que les tocó Misisipí, hacían hormas del 44 y desde entonces andan de terapia soñando con mandingas que les dan mogambo, sin Grace Kelly ni nada. La provincia de Alicante es que hace soñar mucho.

También, desde entonces, más o menos, me pregunto por qué los comerciales llevan traje en pleno verano. Pero un día coincidí con un psiquiatra en un merendero, en verano era, precisamente, y mientras nos quitábamos como podíamos las moscas de un forro de cabeza más duro que el cocote un cristo, y una sangría de sobras completas, que por poco nos da un cólico miserere, me dijo que no me preocupara más por ello, que era una fijación relativa al uso del condón, y que me hiciera la vasectomía. Y así, como quien hace mutis por el forro, le hice caso, y desde entonces, oye, mano de santo. Como dicen eso: después de muerto, la cebada al rabo. Veo un comercial, e igual que si viera un mecánico. Vamos, que me la sudan igualmente un proletario manual que uno intelectual. Esto, dicho así, ya sé que suena a reaccionario y burgués. Y de hecho, lo es. Pero uno va ya para viejo, porque el verano envejece, es lo que tiene, y ¿qué quieren, que cuando vea un comercial con traje me afecte y me ponga a sudar la gota gorda? Pues no estoy yo ahora fresco ni nada disfrutando de este ambiente veraniego. Eso sí, tengo ganas de que llegue agosto. No es por nada. Pero estoy seguro que, con algo más de ambiente, llegaré a ser todavía un poco más tonto. 

jueves, 9 de mayo de 2024

Abstención

 

Que el mundo funciona al revés es un hecho archisabido. Votar, por ejemplo, es una actividad, sea de riesgo o rentable -hay incluso quien cobra por ello-, que estudian los sociólogos, mientras que la abstención la llevan más bien los politólogos, los psicólogos o incluso los criminólogos, por esa connotación negativa que se le endiña a una opción que es tratada por el negocio político como presuntamente antisocial. (Ojo. Lo que estoy escribiendo es puro fango).

miércoles, 1 de mayo de 2024

Maduros

 

A Sánchez se le ve más maduro. Quiere ser nuestro padre, nuestro tío de América, nuestro amigo gay sensible y empático.

domingo, 28 de abril de 2024

Letras pa'l cante: malagueña

 Materialismo impuro

Ausente te convoco

al pertinaz deseo de la presencia

que el jardín de tus ojos poseía,


donde volver, volver con la impaciencia

de mi carnal y fiel infantería.

 

viernes, 26 de abril de 2024

En obras

 

En estos momentos, un millón de cuerpas y cuerpos -igual hasta el ministro de Economía- están en un gimnasio escurriendo sus carnes de cara a la campaña de verano.

viernes, 19 de abril de 2024

Rentas

 

La declaración de la renta siempre suscita alguna reflexión fatua, más allá del tópico que un pobre pensionista (que es un decir, por si jode) como yo tenga que pagar, y que a un pobre rico típico le salga a vomitarle la caja registradora. 

sábado, 13 de abril de 2024

Sumario

Sánchez debería de investigar el Maserati del novio de Ayuso para incriminarla. Nada mejor que restos de semen como prueba concluyente de corrupción en pareja. Lo malo es si el ADN no coincide con el de ella. Aunque hacerlo en un Maserati, que debe de ser peor que en un Simca 1000, la convertiría más aún en superwoman. Y yo con estos pelos. 

jueves, 11 de abril de 2024

Una edad


Una de las cosas buenas de la edad –¡arrea, si hay una!– y los de mi quinta me darán la razón, por una vez, y aunque sea un mal síntoma, es que no hace falta ser felices directamente, pudiendo serlo por delegación.

martes, 9 de abril de 2024

Un Quijote para Sanchos (2005)

 

Yo tenía preparada una confesión para el Quinto Centenario del Ingenioso Hidalgo, pero como estoy viendo que lo mismo no llego, la voy a hacer en el cuarto; será menos solemne e impactante, pero así al menos mis detractores transpirarán tranquilos. Me acuso, pues, de que jamás he conseguido leer completo El Quijote. Es más: dudo que lo haga algún día. Ni mi cuerpo ni mi mente están ya para deportes de riesgo. Es más todavía: creo firmemente que no deberían encumbrarse tanto en la escuela ni libro ni autor, ni mucho menos animar a inocentes educandos a aficionárseles. Sinceramente: es como darle papilla de cereales a un mamoncete y la mejor manera de que un neófito abandone para siempre la extraña perversión de la lectura, pues, como recordaba hace poco Delibes, considerado el cervantino superviviente, él se inició por desgracia con ese libro. Y no le ha ido tan mal, dirán algunos. 

Claro está que el maestro demostró ser un depravado total que, superando ese tremendo escollo estigmatizante, ha conseguido páginas de altura no sólo semejante sino actualizadas. Pero seguramente le hubiera ido tan bien, y seguro que mejor a nivel personal, de haber empezado sus pajillas mentales con Stevenson o Salgari, debidamente traducidos y tamizados, que es la sangre con que mejor entra la letra, ya que la traslación hace las veces de excipiente de tu mismo grupo sanguíneo para tragar y asimilar tamaña medicina transfusiva.

Personalmente, mantengo que El Quijote no sólo es muy largo –ahora hay quien dice extenso, como si los libros se midieran en hectáreas– sino lo que es más irremediable: es intraducible. Sé que esto suena a absurdo drama, pero dada la hipócrita devoción con que el libro se venera entre nosotros, cuando mayormente pasamos de él como de un truño, y el que dicho culto seguramente provenga tanto de haber triunfado traducido en el extranjero como de su proselitismo por generaciones como la del 98 y parientes, que es como si fueran extranjeras, corrobora sin embargo mi certidumbre de que, para ser debidamente apropiable, intelectual (o ética) y estéticamente, un libro debe ser adoptado por el canon principal que rige por principio todas esas categorías añadidas. Me refiero al lenguaje. Y ahí está el problema.

Cualquier traducción de un libro a otra lengua se hace de acuerdo a la necesidad de entendimiento del momento. Salvo los ex libris o una traducción lo más “facsímil” posible, la inmensa mayoría de los libros se traducen abiertamente, no a la antigua versión de esa lengua sino a la del día. Todo lo más, y dependiendo de la generosidad del traductor, se les añade ese toque de “autenticidad” morfológica o semántica con aire de búsqueda de raíces, que siempre va por modas, tan propio del método historicista o genético de cada idioma, pero manteniendo siempre esa prioridad de integración lingüística que les es inherente, pues idioma quiere decir eso precisamente, la forma en que se representan las ideas. 

Relevado así de buena parte de sus compromisos para con el original, al que la traducción convierte sencillamente en referente, algo que no puede hacer la lengua madre con un texto propio, la lengua de adopción logra siempre versiones más cercanas al pensamiento y al habla de un tiempo y un lugar (a su vida, en suma), consiguiendo por norma, y más si se trata de obras universales e intemporales, un éxito mayor que entre sus supuestos isoparlantes, y digo supuestos convencido de que la lengua del Quijote y la de ahora no son la misma.

A estas alturas cabe preguntarse por qué esa gran acogida entre extraños y el enorme éxito que al parecer acompañó al libro entre los lectores de su época no se repite hoy en día, porque, dejémoslo claro, El Quijote no es en modo alguno ningún éxito de lectura, por mucho que muchos lo tengan como libro de cabecera, como no sea que lo utilicen para retrepar la almohada o algo así. ¿Puede El Quijote ignorar impunemente la teoría de la relatividad sin someterse a sus leyes? A lo mejor. Pero exponiéndose, como cualquier objeto que ha logrado traspasar la barreras del tiempo, exportándose a otro tiempo-espacio, a convertirse en una especie de agujero negro difuso e indefinido, que sirve para hacer ensayos, conferencias, artículos tránsfugas como éste, y conmemoraciones en las que sirva de regalo unisex utilitario, pues el que regala bien vende, aunque también podría decirse que lo regalado, ni agradecido ni pagado (ni leído en este caso), y ahora se van a regalar a ríos, a pique de que, como con el cojín de los setenta, surja la frase difamatoria y ridiculizante de “a mí también me van a regalar un Quijote”, en vez de encarar definitivamente lo que desde hace un siglo viene pidiendo a gritos, si tanta consideración nos merece.

Sé que es un herejía, pero, qué le vamos a hacer, la pregunta es obligada: ¿Por qué no se intenta de una vez traducir El Quijote? No me estoy refiriendo a realizar la enésima versión reducida, infantil, actualizada o simplona para mastuerzos, ni a cargárselo con una versión rap o en SMS, sino una en que, por fin, sin vulgarizarlo y sin derramas de su esencia, lo haga accesible a la respetable buena gente lectora que no se atreve a hincarle el diente por miedo a no pillar ni giros ni vocablos, ni sintaxis ni sentidos, y que siguen preguntando con esperanza pero con la mosca en la oreja a los que alguna vez nos hemos acercado si realmente “eso” es tan bueno. 

Ya sé que sería un texto desvirtuado. Pero leído. Y no sería la primera vez, pues dudo que lo que circula sea la versión genuina. Y si se hace bien, aun distinto seguiría siendo uno de los mejores libros disponibles. ¿Es que alguien cree todavía que el Dante es el que muestran las versiones recibidas, o que el tarareado Shakespeare, de no jugar con la ventaja de las licencias poéticas y algunas actualizaciones, podrían leerlo ingleses todavía más anglofilizados que nuestros jóvenes? O no tan jóvenes, porque a lo mejor de ese modo, algunos hasta lograríamos terminarlo. Con la cantidad de sesudos que hay por ahí zascandileando de floreros de púlpito en púlpito y de fasto en fasto, ya se podría haber hecho. Lo mismo entonces, no había ni que regalarlo, y hasta lo compraba alguien.

jueves, 4 de abril de 2024

En guerra

 

En general, todos morimos antes; lo que no sabemos es si caeremos antes por una calorina climática o por una socarrina nuclear de la guerra interminable que no deja de venir.

viernes, 29 de marzo de 2024

El mozaje

Los adolescentes están cada día más locos. Literalmente. Es como un virus que da la cara en cuanto llegan a la ESO esa, que parece inventada, diseñada como una mili púber para superar la edad del pavo -y así está de fracasos-, un campamento con jura de bandera de apollardamiento extático.

jueves, 21 de marzo de 2024

Medianitis

 Más de la mitad del gentío se declara de clase media, lo que no deja de ser una declaración de intenciones, pretender pertenecer a algo que fue y que ya apenas existe.

lunes, 18 de marzo de 2024

Autocrítica (2005)

Desde las filas gubernamentales y sus medios, o al revés, que también valdría, se viene difundiendo la especie peluda y sospechosa de que en la oposición no hay autocrítica.

jueves, 14 de marzo de 2024

La gresca

 

Altos funcionarios del estado (jueces, fiscales, inspectores) se están organizando para resistir los ataques del ejecutivo y sus mariachis.

martes, 5 de marzo de 2024

Fakes

Hoy, en el llamado Día de la Mujer, me pregunto si todo esto no acabará en otro fake. La historia está llena de ellos. La abolición de la esclavitud, por ejemplo, es de los más sonados (y soñados, pues ahí sigue, de muy diversas formas).

jueves, 29 de febrero de 2024

Lecciones


En Primaria hay una materia, quizás la más aberrante por representar fielmente el sistema gilipobuenista que engendra esa escuela, que da por supuesta la relación natural y positiva entre el Medio Ambiente, la Sociedad y, ahí es nada, la Cultura. Por pedir que no quede. 

viernes, 23 de febrero de 2024

Perder, o no

 Aunque sea utópico, distópico, atípico y menopáusico, si Sánchez leyera un poco a Fray Luis: “Alargo enfermo el paso, y vuelvo, cuanto alargo el paso, atrás el pensamiento; no vuelvo sino que antes miro atento la causa de mi gozo y de mi llanto”, pues eso, se daría cuenta de que su táctica, basada en esa teoría de que el que pierde, gana, quizá necesite unos retoques. 

martes, 20 de febrero de 2024

El gran suceso (2005)

 

Las páginas de sucesos desaparecieron como tales de los periódicos en la Transición, por resultar inconvenientes políticamente, tanto en el sentido inglés de la palabra political, o cívico, como en el más crudo y directo significado español. 

jueves, 15 de febrero de 2024

Carnavalada

 

Esta semana, algunas parejas habrán aprovechado que San Valentín caía en miércoles de Carnaval para enterrar la sardina, o el satisfyer, o lo que fuera.

viernes, 9 de febrero de 2024

El campo

 

Lo del campo no tiene solución ni lloviendo. No es que sea cosa de locos; es que están locos.

sábado, 3 de febrero de 2024

Porca sequía (2005)

 En National Geographic hay un anuncio que empieza muy bucólico y termina con un tétrico “todos los años las mulas y los burros producen más muertes que los accidentes aéreos”, en lo que parece una especie de aviso de que, por mucho que en ese canal vivan de los animalicos, no pretenden caer a su nivel intelectual.

Letras pa'l cante: Malagueñas o granaínas o cartageneras o fandangos

 

La quiero como si fuera

o porque ella es de cristal,

el agua donde mirarme

y verme con claridad

sin miedo de avergonzarme.

 

Yo pensé que estaba en ti


la luna, por la ventana,

cuando, al asomarme, vi

que era la dulce mañana.

Ay, qué bien que me dormí          

 

viernes, 2 de febrero de 2024

Al pan, pan

 

La empresa catalana Bimbo, al amparo del acuerdo del Gobierno con los independentistas de meter caña a las empresas huidas para que vuelvan al redil, se va a pulir a un montón de trabajadoras de su planta alicantina, a sabiendas de que renunciarán a trasladarse a Guadalajara o Barcelona para mantener su empleo. 

viernes, 26 de enero de 2024

El sofrito

Ni perdón ni olvido. Con esa frase antiguamente, o sea hace un plisplás, se instaba a no pasarse un pelo del muñón en lo que fuera. Pero en los tiempos azules, o grises, todo eran líneas rojas.

miércoles, 17 de enero de 2024

Bestiario

 

Sánchez no ha ido a Davos a tratarse con los dirigentes mundiales. Ha ido a refrescarse. Como hay tanta gente deseándole que mia si le cayera un nevazo, y como el nevazo no llega, él se ha ido al nevazo, pero así, sin esquís ni nada, solo con el Escrivá

jueves, 11 de enero de 2024

Sobras

 

En cuanto acaba la Epifanía, empieza la carestía. Y según se entra en el limbo litúrgico -hasta el domingo de Carnaval-, en lo gastronómico, la pitanza que acompaña a la fe, que más que montañas mueve quijadas, el limbo es ya ostentóreo, que dijo Jesús Gil, el creador de esa síntesis de la Navidad, entre ostentosa y estertórea, aún no recogida por la Academia.

sábado, 6 de enero de 2024

Envidia, caridad y consumo (2005)

 

Una vieja práctica del pensamiento occidental es la de explicar el mundo a partir de ciertos defectos o virtudes inalterables del ser humano, que una vez fijados por la moral definen a las sociedades de manera casi incontestable, y no me estoy refiriendo a autores más o menos folclóricos, como Díaz-Plaja cuando hurgaba en las vísceras de las idiosincrasias con aquello de los siete pecados capitales, sino a cómo lo más escabroso del género humano ha servido para armar teorías según las cuales el mismo desarrollo económico y social, y no sólo las mentalidades de época, viene determinado por lo ‘negativo’ de las personas, léase sus vicios.

jueves, 4 de enero de 2024

Bisiestada

 

Según la Enciclopedia Álvarez Aníbal fue educado en el odio eterno a los romanos. Lo mío es más telúrico. Yo fui criado en un recelo atávico contra los años bisiestos.

miércoles, 3 de enero de 2024

Las suegras de la democracia (2006)

 

A un régimen totalitario se le conoce cuando los medios de prensa disminuyen y hacen las veces de cornetines de órdenes del gobierno. Y a un régimen democrático enfermo cuando los medios proliferan y pretenden llevar a golpe de pito al gobierno (o a la oposición, por serlo potencial).